El triunfo de Humphrey Bogart en el cine, fue, sin duda, el triunfo de la personalidad. A nadie se parecía y, desde luego, resultaba completamente opuesto al tipo de galán al uso. Por eso, quizá, aconsejó como aconsejó a un muchacho que quería abrirse camino en el cine a base de imitarle a él. Le dijo: "Mira, a mi me tiene sin cuidado que me imites. A mi, personalmente. pero a nada llegarás por ese camino". Pero usted... "Es que si yo hubiese hecho lo que tú, a estas horas seria una caricatura de Rodolfo Valentino".