Gérard Philipe, el fino actor francés, entró aquel dia en el teatro de una localidad en fiestas. Actuaba una compañía de circunstancias que ponía en escena una obra más de circunstancias todavía. Y el resultado fue el que era de temer. Total, que, a la salida, un amigo que le acompañaba le comenta: "La verdad es que tú, con tal de ir al teatro..." y Gérard Philippe contesta "Perdona. Ha sido por simple curiosidad. Lo de este teatro nada tenía que ver con el teatro".