Lewis Stone, aquel actor seguro, siempre discreto, del cine norteamericano, no tuvo jamás, un gran éxito, pero, en cambio... un buen día dijo cuando alguien le preguntó si no echaba de menos los triunfos rutilantes de algunas figuras de Hollywood, "no soy excesivamente famoso, las gentes no suelen volverse a mirarme. En definitiva, con los papeles que he interpretado no he tenido la oportunidad de conseguir un gran éxito. Pero tampoco un gran fracaso".