El gran James Stewart iba siempre un poco inclinado. Con una línea vertical larga y ligeramente curvada hacia adelante, podría trazarse el esbozo de su caricatura. Un día le dijeron que debería andar más derecho. Al menos cuando está interpretando. Y él dijo: "No sé, pero me da la sensación de que, si me estirase, me saldría de la pantalla".