Shirley Temple fue abordada en la calle por un señor que le dijo "Permitame saludarla. Yo era un gran admirador de sus películas". Temple sonreia y el otro, habla que te habla "¡Que barbaridad!, Quién podria decir que usted es aquella niña de "La pequeña coronela". Y ella respondia "Bueno, tampoco usted estará como entonces".