Paolo Stoppa consiguió un puesto notable dentro del cine italiano, pese a que sus comienzos no fueron muy prometedores. No por su calidad de actor, sino por las pocas facilidades que encontraba para que le dieran un papel. El lo contó asi en una ocasión: "Se me quedaban mirando y me decÍan que no. Yo sabia lo que ocurrÍa. No era guapo." Y no te desanimastes, le preguntaron a lo que respondió "No, pensé: algún día tendrán necesidad de un feo".