La actriz que tenía, desde su mas temprana infancia, un fuerte y a la vez ambicioso temperamento, cuando contaba con siete años, concretamente el 3 de abril del año 1939, quedó embobada al ver la interpretación de Shirley Temple en una película y fue entonces cuando tomó una determinación que marcaría su vida. Al salir de la sala de proyección se volvió hacia su madre y le dijo: "No quiero ser una estrella de cine, quiero ser actriz".