Silvia Sidney, la actriz de cine que fue famosa allá por los años treinta y cuarenta, tenía rasgos orientales... Parecía una chinita. En una ocasión alguien se sorprendió cuando se la presentaron: - No suponía que usted fuese así, de verdad. Creí que es que la caracterizaban para las películas. Y ella respondió: "Pues mire, no... Nací con esta caracterización".