Ann Blyth, la actriz, tenía una cara agradable, graciosa. Pero a ella no parecía hacerle mucha gracia. Al menos, según lo que dijo en aquella ocasión una actriz poco agraciada "A ti te habrá facilitado mucho tu carrera el hecho de tener una cara agradable". Y Blyth dijo "Pues, sí. Pero créeme, a cambio de ello, sufro los inconvenientes de que haya mucha gente que crea que actrices de verdad solo lo son las feas".