Vittorio De Sica, fue como saben todos los aficionados al cine, uno de los padres del neorrealismo italiano. Tras un cine generalmente convencional, de gentes almibaradas, él y Rossellini y los otros ofrecieron un cine de las pobres gentes de la posguerra. Inventaron el neorrealismo. Pero, ahí la anécdota, no inventaron nada. Pasados unos años del éxito de "Ladrón de bicicletas", gran aldabonazo del director y actor, alguien le dijo ese, que había inventado a lo que respondió "Yo no he inventado nada". Le espetaron "Un cine nuevo", a lo que una vez sugirió "Le digo que nada. Fue la vida. No hizo falta más que sacar las cámaras a la calle y filmar la verdad".