Anita Louise pasó rápidamente por el cine. Era una muchacha rubia, de fina belleza, que hizo unas pocas películas y desapareció. Y cuentan que ella se quejaba: "Dicen que soy demasiado delicada", "¿Demasiado delicada?" le espetaron a lo que respondió "Sí, ya veis... Como si pretendiera un papel de boxeador".