El actor Joseph Cotten intentó ayudar a aquel muchacho, hijo de un amigo suyo. El muchacho quería trabajar en el cine. Pero, tras una serie de pruebas, quedó claro que no valía para ello. Y él insistía: "Si me hiciesen una nueva prueba...". Y Cotten le desanimó "Mira, chaval, cuanto antes mejor. Dedícate a otra cosa. Aunque te parezca mentira, el mundo no termina a la puerta de los estudios... Todo lo contrario, empieza".