Cuando Loretta Young, la fina actriz de cine, estaba en lo mejor de su fama, le presentaron a un director de segunda fila. Y ella dijo: "Nos saludamos ya hace tiempo... Mejor dicho, le saludé yo a usted". "No recuerto" le espetaron, "Yo aún no había hecho cine...", "Entonces...", "Si, pero ya era Loretta Young".