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CRITICA
Por: PACO CASADO
En otros tiempos, como eran los años 50 y 60, el género llamado de romanos o de películas religiosas tuvo su época y se hicieron algunas producciones muy espectaculares en decorados, épicas batallas y escenas de acción o de corte sentimental en lo piadoso, por lo que con frecuencia eran programadas en los días de Cuaresma y Semana Santa.
Hacía tiempo que no ocurría, ni nos llegaba un film de este corte hasta que aparece 'Resucitado' (2016), rodada en parte en nuestro país, como antaño, en tierras almerienses y con la participación de algunos actores hispanos como María Botto, Luis Callejo o el compositor Roque Baños.
Una historia de corte teológico contada desde el punto de vista de un agnóstico que narra lo sucedido tras la crucifixión de Cristo, presenciada por Clavius, un tribuno romano, que es la mano derecha del prefecto de Judea Poncio Pilatos, junto con Lucio, su segundo, que tras matar a Barrabás que tan pronto ha sido puesto en libertad ha organizado una revuelta, es encargado de salvaguardar y mantener el cuerpo de Cristo en el sepulcro tras su crucifixión para que sus seguidores no lo roben y se cumpla la profecía de la resurrección. A Pilatos únicamente le interesa mantener la paz ante la inminente llegada del emperador Tiberio.
Sin embargo cuando el cuerpo del Mesías desaparece, Clavius y sus hombres se embarcan en tratar de recuperar el cadáver y resolver así el misterio de la desaparición del crucificado para acallar los rumores y prevenir una posible sedición en Jerusalén.
En esta ocasión el relato no termina con la muerte en la cruz sino que la narración continua con la resurrección que se investiga como si fuera un caso policiaco, con el planteamiento de un thriller para resolver el misterio, esta vez religioso, con intriga espiritual.
Clavius, que cuenta esta historia en flash back, a pesar de su cargo es un hombre normal, que duda, hasta que su fe cambia cuando presencia ciertos hechos que le trastocan su vida y lo arrastran inevitablemente a la conversión.
La cinta está planteada de cara al espectador creyente y al secular y que para ambos supusiera una experiencia fílmica a través del mensaje del perdón y de las segundas oportunidades.
La cuestión está en la dirección de Kevin Reynolds, un irregular realizador capaz de hacer una interesante versión de 'Robin Hood, príncipe de los ladrones' (1991) y de fracasar con 'Waterworld' (1995), que hace una versión más realista y respetuosa que espectacular, realizada con oficio, pero no acaba de sacar todo el partido que merece esta historia y tan solo logre un resultado discreto de un curioso guion original de Paul Aiello, ya que en este caso no se basa en ninguna novela, sino que sigue los pasos de los hechos sagrados aunque en ellos introduce la ficción de la figura del tribuno Clavius y la cuestión de su reunión con los apóstoles e incluso con el propio Jesucristo, en una figura del mismo muy humano y alegre representada por el actor Cliff Curtis, frente al un tanto inexpresivo rostro de Joseph Fiennes.
A destacar la música del español Roque Baños.
La película tiene un buen reparto, aunque no sea muy espectacular, que cumple bien con sus cometidos.
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