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CRITICA
Por: PACO CASADO
Los negocios que a priori ofrecen ganar dinero rápidamente por lo general no son nada limpios, pero también es fácil que personas ingenuas o por inteligentes sean pasto de los timadores que los suelen engañar con facilidad con productos bancarios o con producciones que aparentemente son fáciles de vender, como el caso de este cuento de ficción que tiene mucho de base real.
Encarna es una mujer de mediana edad, sobrina de las Supremas de Móstoles, un grupo musical formado por tres mujeres de esa localidad madrileña.
Su trabajo consiste en vender cada día todos los colchones que pueda para poder seguir adelante con su aburrida vida que parece anclada en el tiempo.
El mismo trabajo, el novio de toda la vida y pocas perspectivas de que cambie. Durante toda su infancia y adolescencia ha vivido traumatizada por culpa de la parodia de Martes y Trece, mientras su madre la agobia con el triunfo de sus hermanas las Supremas de Móstoles.
Y ahora, María Dolores, una amiga del pasado vuelve para convencerle de ser audaz y ambiciosa al proponerle su entrada en un negocio revolucionario de venta piramidal de productos dietéticos de una empresa americana que tendrá que vender, que le hará rica en poco tiempo y convertirse en la persona que siempre quiso ser creciendo así su autoestima.
Ambas son estafadas y juntas deciden planear y llevar a cabo una dura venganza contra los malhechores.
Lo mejor de esta película, la segunda que realiza el director valenciano Vicente Villanueva tras debutar con 'Lo contrario al amor' (2011), son las tres actrices con una estupenda Alexandra Jiménez, que siempre está bien, y creíble como una chica de Móstoles, la sorpresa que proporciona Cristina Castaño que da para mucho más y la vuelta al cine español, tras ocho años ausente, de Victoria Abril que hace de ella misma auto parodiándose en una fórmula de famosa que da conferencias para convencer a vendedores del producto, en esta comedia costumbrista que en el fondo es un drama de unos estafadores que se aprovechan de unas personas humildes que quieren progresar en la vida.
La historia está bien explicada sobre esas gentes que desean salir de la pobreza rápidamente, algo a lo que también tienen derecho.
Tiene una moraleja que funciona, al creernos que podemos modificar nuestras propias circunstancias de lo que se aprovechan estos estafadores para embaucar a ingenuas personas que se empeñan y se arruinan mientras ellos ganan dinero.
Una comedia con un tema tan viejo en la que Encarna se auto engaña al tratar de ser lo que otros quieren que sea convirtiéndose en una mujer de negocios que realmente no es.
Es más auténtica la Encarna que ayuda a Ginés, su novio de siempre, a escribir un guion que algún día puede llegar a hacerse realidad.
No es redonda pero el cariño que se le pone en crear un ambiente, los tipos de esos personajes y de algunos secundarios hacen que el film gane, aunque podía ser más divertido pero decepciona un poco el final, al derivar al esperpento en algunos momentos resultando además un tanto alargado.
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