|
CRITICA
Por: PACO CASADO
A veces nos sorprende que las películas sean las más comerciales y aunque se dice que mal de muchos consuelo de tontos, conforta ver que no es sólo en España donde ocurre, ya que el ejemplo más reciente lo tenemos con esta delirante 'Kung Fu Sion' (2004), que ha logrado el segundo puesto en la taquilla de su país el pasado año y se ha situado como uno de los films que más ha recaudado de la historia del cine allí.
Un insignificante ladrón pretende pertenecer a la famosa y temida Banda del hacha, pero todos se ríen de él.
A pesar de ello se hace pasar por uno de sus miembros para intimidar a los habitantes de su cutre barrio, lo que atrae a los verdaderos componentes, originando múltiples enfrentamientos.
La cinta tiene el carácter de un tebeo cinematográfico que no duda en emplear los más antiguos recursos del cine mudo de aceleradas carreras, junto con las exageraciones del cine de artes marciales de peleas contra múltiples enemigos que saltan por los aires como si fueran pelotas de goma, atraviesan muros o vuelan como los pájaros sin que sufran ningún daño físico.
Con esta película debuta en el largometraje para la pantalla grande Stephen Chow, todo un ídolo en su país, cuyas producciones se han pasado solo por televisión y ahora asume también el guion, el protagonismo y coproduce con la Columbia norteamericana.
Es un cine cutre, a pesar de su caro presupuesto (20 millones de dólares) que se va en efectos especiales.
Lo termina de arreglar el nefasto doblaje con acentos y giros andaluces, gallegos o catalanes sin la menor gracia.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE