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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hacía tiempo que el grupo de los Monty Python no nos ofrecía una nueva película, pero parece que como el protagonista de ésta, han perdido su chispa y sus poderes de divertir, ya que salvo algunos gags la verdad es que resulta bastante sosa y previsible.
Olvidado el espíritu iconoclasta, irreverente y totalmente surrealista al que nos tenían acostumbrados, esta vez nos cuentan la historia de unos extraterrestres que son capaces de otorgar poderes a los seres humanos, antes de decidir si volar nuestro planeta y para ello eligen al azar a Neil un vulgar profesor de instituto que pretende ser escritor.
Pero estos milagrosos poderes están condicionados, si éste no demuestra merecerlos y destinarlos a hacer el bien destruirán a la humanidad.
Este film de Terry Jones empezó hace varios años cuando pensó en hacer uno inspirado en un relato de ciencia ficción del escritor H. G. Wells a finales del siglo XIX, que no era otro que la comedia fantástica 'El hombre que podía hacer milagros'.
Cuenta la historia de Neil Clarke un desmotivado profesor al que de repente conceden el poder de hacer lo que desee, entre otras cosas que sus díscolos alumnos se conviertan en aplicados y disciplinados, hacer hablar a su perro o que la vecina de abajo se enamora de él. Estos poderes se los otorga un grupo de alienígenas que le observan desde el espacio exterior.
Neil no lo sabe pero el destino de la humanidad depende de lo que haga con sus nuevos poderes. Un paso en falso y los citados extraterrestres destruirán la Tierra para siempre.
Mientras intenta dominar estos milagrosos poderes, Neil también lucha por conseguir el amor de Catherine o tiene deseos absurdos en lugar de tratar de arreglar el hambre en el mundo, las injusticia o la paz, por ejemplo.
El endeble y previsible guion desaprovecha las grandes posibilidades que tenía de haber podido hacer algo más cómico, con ese humor corrosivo de antaño del grupo, con mejores situaciones que pudieran provocar la carcajada ya que simplemente en algunas ocasiones despierta una leve sonrisa, casi de corte infantil, en esta pequeña producción de bajo presupuesto.
A la cinta le falta un poco de inteligencia y el toque loco y desquiciado de las anteriores de los cómicos Python en esta comedia de ciencia ficción con momentos divertidos pero con un final intranscendente que no se acerca a los gags que estos en otros tiempos geniales artistas nos dieron en su día con 'La vida de Brian' (1979), por ejemplo, posiblemente su obra más conseguida.
Tiene momentos simpáticos, escenas divertidas, con algunos gags logrados, otros no tanto o son más flojos.
Empieza con fuerza, con cierta energía y se va viniendo abajo resultando entretenida, pero podía ser mucho mejor, ya que hay secuencias en las que tiene posibilidad de usar sus poderes y no lo hace.
Como comedia funciona, pero no pasará a la historia, se pasa bien pero nada más. El que está simpático es Simon Pegg que se convierte en el protagonista absoluto de esta historia, que además está muy bien acompañado con las bellezas que tiene a su alrededor como Kate Beckinsale, Joanna Lumley.
Terry Jones sigue al frente de la dirección mientras que el resto de componentes vivos del grupo (Graham Chapman murió hace años) se limitan a poner las voces, en el original, a los marcianos y Robin Williams al perro.
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