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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine de terror tiene variados temas con los que producir el miedo o la inquietud en el espectador pero posiblemente el que trata de espíritus que persiguen a las personas sea el más difícil de tratar ya que por lo general no hay algo material a lo que agarrarse a la hora de representarlo en imágenes, puesto que a veces es sólo producto de la psique o de la imaginación.
Marta Vélez es una psíquica reconocida en su país y respetada por todo el mundo. Estas personas tienen el don de la percepción, de forma que pueden notar una presencia que el resto de los mortales no percibimos, por ejemplo de gentes que han fallecido.
Ser psíquica o, lo que es lo mismo, vidente, no es fácil, ya que ellas se tienen que enfrentar a situaciones que a veces resultan ser muy duras.
En este caso Marta ha de afrontar una mala experiencia que la deja traumatizada y por eso pierde su don para siempre, o al menos es lo que parece y lo que ella misma cree.
Esto a Marta le agobia puesto que es algo que ha estado con ella durante toda su vida.
Por si fuera poco conoce a Mario, un hombre que le va a meter en muchos problemas. Es un perturbado, que le va a hacer sufrir y al mismo tiempo le creará un estado de nerviosismo y ansiedad que tendrá que tratar de solucionar, pero sobre todo controlar. Pierde la fe en su don lo que la conduce al psiquiátrico.
Con la ayuda de Mónica, su mejor amiga, vuelve a la calle, pero la imagen de un espectro moribundo con forma de mujer la persigue en su apartamento del viejo Edificio Victoria al que se traslada, que piensa es el de la mujer asesinada años antes en ese su nuevo hogar, hasta que se da cuenta de quién es, pero mientras tanto sufrirá tremendamente.
Otro de los problemas con el que tiene que luchar es con dos vecinas lesbianas que no toleran su presencia en el edificio, lo que le provoca más de un acoso y alguna que otra pesadilla.
Por si no teníamos bastante con las producciones de este género que nos llegan de Estados Unidos, Inglaterra, etc. ahora también esta película mexicana protagonizada por la actriz española Paz Vega como casi exclusiva protagonista sobre la que se centran todos los males y terrores de este film que nos llega con tres años de retraso.
El guion se basa en el de la cinta colombiana 'Al final del espectro' (2006) dirigida por los hermanos Carlos Esteban Orozco y Juan Felipe Orozco, que se hace un auténtico lío con una trama llena de tópicos y mal montados donde nunca se distinguen las pesadillas de la realidad.
En un momento determinado ante los acosos de un violador y de las vecinas instala cámaras de seguridad lo que hace que a partir de ahí la película se asemeje a las de 'Paranormal Activity', en lo que emplea bastantes minutos de lo que ocurre mostrado a través de las mismas en los que aparentemente no ocurre nada, salvo algunas luces que parpadean solas o poco más.
Paz Vega hace lo que puede con su atormentado personaje en esta producción de bajo presupuesto tercera que realiza el multifacético Alfonso Pineda Ulloa ya que toca varias teclas, la edición, la producción, la actuación, la escritura hasta llegar a la dirección de largometrajes tras realizar varios cortos y series de televisión, faceta realizadora de la que pensamos no sale muy airoso en este caso con una puesta en escena muy poco imaginativa.
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