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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Suburra' se puede enclavar en el tipo de cine de denuncia que los italianos hicieron en los años sesenta y setenta con títulos como 'Las manos sobre la ciudad' (1963), de Francesco Rosi, 'Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha' (1969), de Elio Petri, 'Confesiones de un comisario' (1971), de Damiano Damiani, 'En el nombre del pueblo italiano' (1971), de Dino Risi, 'Defendiendo a los ciudadanos' (1977), de Romolo Guerrieri, entre otros, en los que abundaba el crimen, la delincuencia, el sexo, la corrupción de los políticos y la violencia.
La historia comienza en 2011 en Suburbia, un barrio de mala fama de Roma, escenario de un ambicioso proyecto inmobiliario, que convertirá el antiguo puerto romano en una especie de Las Vegas, que sirve de trasfondo para relatar la historia de un político italiano, que pasa una noche en un hotel con dos prostitutas, en el que está involucrado junto con el Samurái, un mafioso sin escrúpulos.
Para esconder este turbio asunto del que se derivan graves consecuencias, el político recurre a un tipo violento y todo se complica. Siete días bastarán para que todo se convierta en una orgía de corrupción y destrucción.
Película con un estilo seco y directo que nos muestra la otra cara de Roma, la ciudad eterna, que no conocemos, así como la trastienda de los políticos de los que denuncia su corrupción en plena crisis económica y las conexiones de éstos con la Mafia y los oscuros negocios inmobiliarios, en un ambiente de sexo, drogas y violencia en el que median grandes cantidades de millones.
Cuesta entrar en la trama debido a los muchos personajes a los que se tarda en ir conociendo y entendiendo sus relaciones, hasta que una vez en ello el espectador queda prendido en la interesante trama de una Roma repleta de políticos, delincuentes, figuras de las instituciones, eclesiásticos y mafiosos entre los que abundan los escándalos de corrupción que aumentan cada día.
Es un film ambicioso, realista y violento sobre la clase política con sus chantajes, que queda mal parada, en lo que se ve involucrado hasta el Vaticano, que aunque no se dice que esté basada en hechos reales, al menos lo parece, ya que ahí están las dudas del Papa Benedicto XVI dispuesto a renunciar, y la muchas noticias similares que solemos ver en los periódicos a diario, lo que no nos sorprende porque tenemos eso mismos muy cerca, en nuestro propio país.
El guion se basa en la novela homónima de Giancarlo de Cataldo y Carlo Bonini, que sitúa la acción en ese problemático barrio de la capital transalpina que, desde la antigua Roma, servía de punto de reunión de políticos y criminales metidos en negocios sucios.
Interesante cinta coral, que como tal no tiene un único protagonista, del director italiano Stefano Sollima, hijo del realizador Sergio Sollima, que es su segundo largometraje, que tiene la experiencia de haber realizado la serie televisiva 'Gomorra', que no hay que confundir con el mismo título que dirigió Matteo Garrone en 2008.
La película tiene una narrativa que a veces se hace un poco confusa y una dirección que busca más la estética mientras expone la venganza y la violencia a través de una realidad mirada de soslayo del enfrentamiento entre poderosos, capos mafiosos y gente humilde que, desgraciadamente, no puede terminar más que en una tragedia en la que generalmente siempre pagan los más débiles.
Posee una banda sonora que resulta obsesiva al subrayar los momentos de acción o que denotan mayor suspense.
Estrenada en Italia con gran éxito de taquilla y crítica en 2017 se hará una serie televisiva de diez capítulos sobre este tema.
Nastro d'argento para Greta Scarano como actriz de reparto y mejor diseño de producción y nominada a cinco premios David de Donatello.
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