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CRITICA
Por: PACO CASADO
Jack Reacher regresa a su antigua base militar en Virginia. Será entonces cuando el ex-militar, que investiga crímenes ocurridos en extrañas circunstancias, se verá acusado de un crimen que no ha cometido y en la conspiración también han implicado a la comandante Susan Turner, que dirige su antigua unidad de investigación, acusada falsamente y arrestada por presunta traición al estado.
Su objetivo será descubrir la verdad de lo que está pasando con un asunto del gobierno de venta ilegal de armas y limpiar su nombre; para ello tendrá que emplearse duramente para salvaguardar su honor y seguir con vida, mientras de camino ha de enfrentarse a un secreto de su pasado, sentimentalmente tierno, que le puede hacer cambiar su peregrina existencia.
Segunda entrega del personaje creado por el escritor británico Lee Child en 1997, cuyas aventuras son bastante amenas de leer, que esta vez adapta la decimoctava novela de esta serie, 'Nunca vuelvas atrás', publicada en 2013.
Se llevan ya vendidas de las veinte novelas editadas, protagonizadas por Jack Reacher, que suelen ser casos independientes, sin que se continúen unos de otros, más de cien millones de ejemplares en todo el mundo.
En ésta se aprecian ciertos apuntes críticos sobre la corrupción, en este caso militar, plasmados en la película con realismo y brillantez visual en algunas escenas, demostrando que aunque se haya cambiado el equipo técnico, la maquinaria sigue funcionando.
Tras la recaudación de más de 200 millones de dólares de 'Jack Reacher' (2012), la primera entrega, era de esperar esta segunda, y a pesar de su éxito esta vez se cambia el director Christopher McQuarrie, siendo el encargado de llevarla a cabo el veterano artesano Edward Zwick que obtiene un film que resulta muy entretenido, que funciona bien, construyendo un thriller bastante contundente, con alguna que otra sorpresa y varios giros de guion, aunque en relación a la anterior ya conocemos la forma de actuar de su protagonista por lo que no nos sorprende.
Si nos dejamos de comparaciones, que suelen ser odiosas, vista por separado, entretiene de forma bastante aceptable.
Zwick es un director muy correcto pero le falta ritmo y eficacia a la hora de explicar un personaje que en las novelas habla muy poco y que además es muy expeditivo en la forma de actuar en los enfrentamientos personales de lucha, siendo un tanto agrio y serio en su manera de comportarse.
Tom Cruise está muy bien, en un personaje un poco taciturno y muy duro, salvo en algunos momentos que resultan ser algo inverosímiles.
Es bueno el final con un giro que sorprende bastante, y sin caer en el tópico bien la relación con la chica, que incorpora con buen oficio la canadiense Cobie Smulders completando la pareja protagonista.
El actor y aquí también productor, elige como director a Edward Zwick con el que ya trabajó en 'El último samurái' (2003), responsable de la oscarizada 'Tiempos de gloria' (1989) a la que siguieron aceptables productos casi siempre en el género de acción.
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