|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine americano ante la sequía de ideas no deja de adaptar las viejas series de televisión de los 60/70, unas con más éxito que otras.
Esta vez el acierto está en que no se lo han tomado en serio y en lugar de hacer un capítulo o una historia protagonizada por aquellos dos policías que patrullaban las calles de la californiana Bay City, han elegido la parodia, para lo que han tenido la suerte de poder contar con la química que produce la pareja de actores Ben Stiller y Owen Wilson tras seis películas juntos.
Dave Starsky es un estricto policía que se toma su trabajo demasiado en serio, pero no le acaban de salir bien las cosas, mientras que Ken Hutchinson es más relajado, nada parece tener importancia para él e incluso saca los pies del tiesto de vez en cuando, lo que tanto por una parte como por la otra tiene harto al jefe de policía que los pone a trabajar juntos para descubrir a un narcotraficante que trata de pasar una substancia indetectable por los perros de la policía que coloca igual que la cocaína y que sabe a sacarina.
El mismo día que ambos empiezan a trabajar juntos, aparece un hombre muerto.
Todos los indicios apuntan al rico empresario Reese Feldman, pero Starsky y Hutch no consiguen encontrar pruebas que lo incriminen.
El dispar dúo tendrá que recurrir a sus tácticas secretas más astutas para resolver este complicado caso.
Aparte de algunos gags y situaciones divertidas, el film hace un homenaje a algunas cintas de los años 70, como Easy Rider. Buscando mi destino (1969) o Fiebre del sábado noche (1977) en dos secuencias e incluso los auténticos protagonistas de la serie televisiva, Paul Michael Glaser y David Soul hacen un cameo al final.
Al éxito de esta cinta contribuye el hecho de poder contar con Ben Stiller y Owen Wilson, dos de los cómicos más reconocidos del cine norteamericano en estos momentos en los papeles protagonistas.
La película es una más de las llamadas de colegas (buddy cop movies) aunque con dos personajes míticos, dirigida por un Todd Phillips que tarda en entrar y no acaba de cogerle el ritmo aunque no abusa de las persecuciones para exhibir el mítico coche Ford Gran Torino del 74 rojo con rayas blancas.
Premio BMI a la música.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE