|
CRITICA
Por: PACO CASADO
No tiene nada de original que las empresas celebren una fiesta navideña en esa época, pero lo que no es tan normal que sea tan salvaje como se nos muestra en esta historia en la que se supera lo que se pueda imaginar.
A Clay las cosas no le van bien a nivel profesional en la empresa tecnológica Zenotek en la que trabaja, ya que su gestión es un desastre dado el carácter un tanto juerguista y su afición al alcohol.
Como la compañía se va a pique, su estirada hermana mayor, Carol Vanstone, directora ejecutiva de la misma, amenaza con cerrar su sucursal de Chicago.
Sólo tiene una única oportunidad: conseguir un contrato importante que pueda salvarla, y así Clay, gerente de dicha oficina, decide organizar una fiesta navideña épica para intentar convencer al potencial cliente y de paso que vea lo bien que se lo pasan en la empresa, condición que ha puesto su hermana para no cerrar la sucursal.
Todo va siendo muy lógico hasta que en la fiesta comienza a privar la droga, el sexo, el alcohol, el desmadre y el gamberrismo, ya que no contaba con que la cosa se saliera de todo control y acabara escapándosele de las manos.
El guion es de los guionistas Jon Lucas y Scott Moore, los mismos de 'Resacón en Las Vegas' (2009), que nos muestran detalladamente cuanto ocurre en la fiesta en cada momento, en la que se llevan a cabo la situaciones más insólitas que se suceden hasta un desenlace digno de ver, totalmente absurdo.
Situada en la línea de las comedias americanas actuales en las que todo vale, pero sin la diversión conseguida en otros títulos del género, ya que resulta totalmente plana, con una leve excusa argumental que va simplemente dirigida a organizar la fiesta del título.
Está falta de ritmo y de situaciones logradas, en la que todo es superficial, disparatado y sin el más mínimo sentido.
Es una fórmula que ya hemos visto repetida demasiadas veces, que no nos dice nada nuevo, plagada de situaciones surrealistas y momentos comprometedores, con las mismas groserías de siempre aunque en este caso no sean muy acentuadas y con las gamberradas propias de este tipo de comedia en la que cualquier excusa es buena para mostrar un fiestorro similar, ya sea una despedida de soltero o una celebración navideña como es el caso que comentamos.
Josh Gordon y Will Speck, directores expertos en el género de la comedia gamberra, como ya lo demostraron en sus dos títulos anteriores, 'Patinazo a la gloria' (2007) y 'Un pequeño cambio' (2010), este su tercer título que hacen conjuntamente, no difiere mucho de los dos anteriores en cuanto a su escasa calidad fílmica.
No se comprende cómo una actriz como Jennifer Aniston se presta a participar en una comedia gamberra como ésta.
Una película llena de excesos navideños, en la que todo es muy previsible de principio a fin, algo simple y olvidable que no obstante gustará al público joven al que va dirigida.
Por el mal camino que lleva en la taquilla americana parece que el público ya comienza a cansarse de la fórmula.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BSO
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE