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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras participar en una de las secciones paralelas del Festival de Cine de Berlín y en el Festival de cine en español de Málaga llega a las carteleras, producida por Alex de la Iglesia 'Pieles' (2016).
Esta es la historia de cuatro diferentes personas, todas ellas deformes y solitarias que, debido a haber nacido con algún defectos físico sienten que es un castigo divino y se esconden de la sociedad por su aspecto horrible, de cara a los demás, mientras luchan por ser aceptadas.
Laura es una joven de 11 años que ha nacido sin ojos y se dedica a la prostitución a la que visita una gruesa señora aita de ser acariciada. Ana tiene la cara deformada, pero de ella está enamorado Ernesto, que le es infiel con Guille que se le quemó el rostro en un accidente. Samantha ha nacido con el aparato digestivo al revés y donde debe tener la boca tiene el ano y viceversa. Cristian es un joven que no reconoce sus piernas, que quiere ser una sirena y constantemente se está haciendo daño en ellas porque no las quiere. Hay un productor que obliga a Vanesa, una mujer enana que sueña con ser madre, a hacer el personaje de un muñeco en un programa de televisión en contra de su voluntad. Hay quien tiene fascinación por lo grotesco.
Desgraciadamente nadie puede elegir al nacer la forma que ha de tener su cuerpo, ni la belleza del mismo, ni los defectos, a los que las personas que los tienen han de hacer frente.
Hay gente que ha nacido para sufrir y otros para provocar como es el caso de Eduardo Casanova con este sórdido, aberrante y disparatado producto.
Esta serie de historias se van entrecruzando, unas veces produciendo pena, otras repulsión y siempre lástima por estas personas que poseen esas desgracias.
Eduardo Casanova, 25 años, es un actor con más de una docena de intervenciones en cortos, series de televisión y películas que, tras realizar ocho cortometrajes, se ha decidido a pasar al largo con este film con un guion escrito por él mismo, que debe tener una mente tan aberrante como para ocurrírsele esta auténtica parada de los monstruos, recordando la cinta clásica de 1932 de Tod Browning.
En ella se mezcla el melodrama, el gore, el mal gusto, el terror, el feismo, con escenas escatológicas, realizada con demasiados altibajos de interés, sin ritmo narrativo.
Usa el color de manera exagerada, cuando le da por el rosa o el morado todo lo tiñe igual, algo que se sale de lo que suele ser normal, aunque a decir verdad nada, ni nadie, es normal en esta película si aceptamos los cánones habituales de normalidad y de belleza.
A pesar de tener un estupendo reparto, lo mejor es su breve duración, ya que alargarla más sería insoportable, que ya de hecho lo es.
Biznaga de plata Premio especial del jurado joven en el Festival de Málaga .
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