Título: |
RADIO ENCUBIERTA |
Título original: |
THE BOAT THAT ROCKED |
Nacionalidad: |
INGLATERRA de 2009 |
Dirección: | RICHARD CURTIS |
Guión: | RICHARD CURTIS |
Fotografía: |
DANNY COHEN |
Música: |
HANS ZIMMER |
Interpretes: |
PHILIP SEYMOUR HOFFMAN, BILL NIGHY, RHYS IFANS, NICK FROST, KENNETH BRANAGH y TOM STURRIDGE |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS |
Duración: |
130 MINUTOS |
Por PACO CASADO
El neozelandés Richard Curtis, afincado en Inglaterra, tras hacer los guiones de películas destacadas como 'Cuatro bodas y un funeral', 'Notting Hill', 'El diario de Bridge Jones', etc., debutó en la dirección con 'Love Actually', donde ya dio muestras en su bien ilustrada banda sonora de su gusto por la música y en concreto por la que triunfaba en su juventud, en los míticos años sesenta.
De esta forma para su segundo film tras la cámara, idea una historia un tanto banal como percha para colgar casi sesenta canciones de la época y dar así un homenaje a aquella música del rock and roll y los hombres que la hicieron popular a través de las emisoras piratas que emitían sin licencia, fuera de la ley, que el gobierno británico pretendía cerrar a toda costa, porque las consideraba inmorales por los comentarios de los dj's y lo que provocaba esa música en la juventud, como la relajación de las costumbres y la defensa del derecho a vivir en libertad, sin reglas ni censuras.
Esas radios piratas emitían fuera de las aguas jurisdiccionales inglesas, desde el Mar del Norte, para que no pudieran cerrarlas hasta que por fin lo lograron en 1967.
Carl, es un joven que tras ser expulsado del colegio, es enviado por su madre con su padrino Quentin, que es el dueño de la emisora Radio Rock que emite desde un barco y que el Ministro quiere cerrar. Allí encuentra a unos tipos pintorescos que fuman yerba y hacen comentarios sobre sexo, entre ellos los americanos Gavin y El conde que rivalizan por ser la estrella de esa radio.
Chistes fáciles, situaciones sexuales propias de unos hombres encerrados en un barco sin chicas, que son una simple excusa para bordar una banda sonora con canciones de grupos como The Kinks, The Rolling Stones, The Beatles, The Supremes, The Who, Procol Harum, Cream, etc., que es lo mejor de esta divertida cinta junto con la intervención de Philip Seymour Hoffman, Rhys Ifans o Kenneth Branagh. Si se hubiera abreviado su metraje no le hubiera venido mal, ya que a veces se hace reiterativa.