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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director Martin Scorsese leyó un día un guion de un estudiante de cine e hizo esta película.
Un joven solitario conoce a una chica en un bar, le da su número de teléfono y una hora más tarde va a reunirse con ella, pero pierde el dinero para el taxi y a partir de ahí le suceden las cosas más peregrinas en una noche auténticamente kafkiana.
Conoce a una loca escultora, dos ladrones de pisos, un barman desesperado, una maníaca sexual, una peligrosa vendedora de helados, un extraño club, etc.
Podía haber sido el típico film desmadrado convertido en una astracanada, pero Martin Scorsese controla las situaciones, sin pasarse, cuando en varios momentos podía haber ocurrido lo peor.
Tiene un guión muy inteligente que, dentro de que acumula muchas peripecias, enlaza muy bien las escenas, y encajan perfectamente, como un puzzle.
Con un hondo sentido del humor, a veces es un canto a la tristeza y la soledad del ser humano, y está muy bien interpretado.
Ganó el premio al mejor director en el Festival de cine de Cannes 1986.
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