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CRITICA
Por: PACO CASADO
Son muchos los títulos de las novelas de Stephen King que se han llevado al cine y la televisión y siguen llegando más, recientemente lo hizo 'La torre oscura' y ahora 'It'.
Tras sorprender con su terrorífica ópera prima 'Mamá' (2013), el director argentino Andy Muschetti vuelve a Hollywood con una de las obras más célebres del rey del suspense Stephen King, 'It', que tiene como protagonista al payaso que comenzó a aterrar a los niños en 1986, cuando fue publicada la novela, década en la que el autor logró sus mejores títulos.
En 1989 después se hizo una miniserie para la televisión y ahora aterriza en la gran pantalla.
El municipio de Derry, en Maine, se sume a la conmoción en los años 80 con las extrañas desapariciones de niños, hasta que un grupo de siete chicos, conocido como El club de los perdedores, compuesto por unos marginados, que sufren abusos de los mayores, al que se une una chica, Beverly, acosada sexualmente por su propio padre, que deciden investigar el misterio.
Las pesquisas les llevarán a sufrir las peores pesadillas como enfrentarse al misterioso y macabro payaso llamado Pennywise al que ellos mencionan como "eso" (it).
El grupo lo forman un tartamudo, un gordito, un judío, un negro, un hipocondríaco, un friki y la chica.
Ellos saben que si mantienen la amistad, se sienten unidos y solidarios es la única forma que venzan el miedo y logren su fin.
La historia se inicia con Georgie, el hermano pequeño de Bill, que ha desaparecido tras seguir la trayectoria de un barco de papel, impulsado por la corriente del agua de lluvia, que termina en una alcantarilla donde descubre al payaso.
El argumento de la gruesa novela de Stephen King, de casi mil páginas, de la que ha sido necesario tres guionistas, Chase Palmer, Cary Fukunaga y Gary Dauberman, para su adaptación, juega de forma artera al no decir que se trata de un primer capítulo al que seguirá una nueva entrega, algo que no se sabe hasta el comienzo de los créditos finales al ocultarlo al espectador antes de acudir a la taquilla, ya que tendrá que hacerlo de nuevo para ver el desenlace.
Es el clásico truco para sacarle más producto a esta historia que por demás, sabiendo la gran cantidad de páginas de la novela, sería extraño que cupiera en un único film aunque éste sobrepase las dos horas largas de duración.
El personaje es una entidad demoníaca que se disfraza de payaso, que adopta diversas formas para producir el terror en los niños.
A lo largo de la trama se tocan temas como el miedo, el bullying, la marginación, la violencia, los abusos familiares, la enfermedad, el primer amor, la obesidad, la tartamudez, la intolerancia, la pérdida de la infancia, la madre sobreprotectora.
Los terrores están conectados con monstruos de las pesadillas y las experiencias infantiles del escritor vividas en los años cincuenta que en la novela los sitúa en los noventa.
La cinta abusa de los efectos especiales, los golpes para sorprender y de usar elementos como el aterrador cuadro, el leproso medio zombi, la casa abandonada, etc para producir las pesadillas en los pequeños protagonistas, que definen la personalidad de cada uno, fácilmente impresionables a esas edades, que no están separadas de la realidad.
Los guionistas ha elegido la parte de la novela en la que más se busca la sangre y el terror, arropado por una excesiva banda sonora de elevado volumen.
Lo mejor es la fotografía y el buen trabajo interpretativo de los niños que recuerdan a los de 'Cuenta conmigo' (1986), de Rob Reiner, destacando la presencia de la chica, Sophia Lillis, toda naturalidad, que pone el punto sobre los primeros amores adolescentes.
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