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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cine de catástrofes aéreas y de supervivencia después del accidente utilizando los más variados recursos, hasta el canibalismo, llegado el caso, hay mucho. En esta historia no se llega a tanto.
Ante la cancelación de los vuelos debido a la inminente llegada de una gran tormenta, dos desconocidos, Ben Bass, un famoso médico cirujano que debe realizar una operación urgente de un niño de diez años, y Alex Martin, una fotoperiodista que ha de acudir a celebrar su boda, tratan de solucionar sus respectivos problemas y para ello contratan una avioneta que les lleve a sus destinos; pero ante un infarto del piloto sufren un trágico accidente, quedando abandonados a su suerte y para sobrevivir deben hacer frente a la furia desatada de los elementos en una remota montaña de Utah cubierta de nieve.
Cuando se percatan de que no les va a llegar ninguna ayuda para ser rescatados, emprenden un tortuoso viaje a través de cientos de millas de unas escabrosas tierras desiertas cubiertas de nieve alentándose mutuamente para soportar las dificultades, luchando contra los elementos adversos y dando origen a una inesperada relación.
Un melodrama dirigido por el palestino-israelí Hany Abu-Assad, el director de 'Paradise now' (2005), 'Omar' (2013), 'Idol' (2015), que hace con ésta su primera película en Hollywood y la octava de su filmografía, en la que se mete en el terreno romántico, tema que es el suyo habitual, aunque la saca a flote sin error.
La historia es predecible desde el comienzo, con una relación agradable, de supervivencia difícil, en la que mientras tratan de mantenerse con vida se van contando sus respectivos secretos poniendo así algo de interés a su monótono caminar.
Los personajes son creíbles y su entente llega a ser previsible a pesar de las circunstancias personales que concurren en cada uno de ellos, él un hombre de color casado y ella a punto de hacerlo, que se ven solos en medio de la nada, con la única compañía de un perro, y con muy pocas esperanzas de poder sobrevivir en un páramo desierto rodeado de montañas nevadas.
A este tipo de films les pasa como a los de desiertos, que se hacen monótonos cuando apenas nada ocurre por el camino y ello se acentúa cuando el metraje se hace excesivo, como sucede en éste que comentamos que de las casi dos horas de duración poco más de veinte minutos se dedican a la resolución final.
Mezcla romance y supervivencia en esa remota región de Estados Unidos en la que esas dos personas, que no se conocen, se comportan de forma generosa, sin egoísmos y se conjuntan rápidamente ante una imprevista situación límite.
Dicen que dos polos del mismo signo se repelen pero de signo contrario se atraen y así ocurre aquí, él es metódico mientras que ella es intuitiva, asume el riesgo, y así actúan ambos, obligados a confiar el uno en el otro para sobrevivir.
El reparto lo constituyen esencialmente dos buenos actores, Idris Elba y Kate Winslet que se ajustan a la adaptación de la novela de Charles Martin, publicada en 2011, que lleva a cabo el guion, cuya trama se ve prácticamente reducida a una única situación.
El director se aprovecha de los momentos más comerciales de esta historia de amor y supervivencia, mientras se muestra inspirado en algunas secuencias y saca partido del espectáculo que supone el espléndido paisaje, pero eso no le ayuda a elevar el nivel de un relato repetitivo desde el inicio, dotado de poco interés, por previsible.
Podrá gustar a los interesados por las cintas románticas pero no está a la altura de sus dos buenos actores.
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