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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Mal genio' (2017) es un retrato icónico de Jean-Luc Godard en sus años maoista y de su relación con la actriz Anne Wiazemsky, la nieta de François Moriac, veinte años más joven que él, que lo desacraliza y también lo humaniza.
El guion se basa en 'Un día ajetreado' (Un an après), el segundo libro de su ex mujer, la recién fallecida Anne Wiazemsky, que escribió sobre su relación con el director de 'Al final de la escapada' (1960).
Anteriormente había publicado un primer libro 'Une année studieuse', sobre el comienzo de su relación hasta el rodaje de 'La chinoise' (1967), que fue tan mal acogida que le produjo una profunda depresión existencial.
El director se enamoró de la entonces joven actriz durante el rodaje de 'La chinoise' (1967) cuando la chica sólo tenía 17 años. Después de separarse de su esposa, la guapa actriz Anna Karina, se casaron y estuvieron juntos doce años.
A medida que se sucedían estos hechos Godard acababa de estrenar un nuevo film que no tuvo éxito, lo que le llevó al cineasta parisino a pasar por una gran crisis que demostraría que no era tan perfecto como parecía.
Con las revueltas estudiantiles del mayo del 68 como telón de fondo deviene una época en la que el clima social afectó a sus ideas y posteriormente a su matrimonio.
La destrucción de la pareja proviene por una especie de patología masoquista y autodestructiva debida a su mal carácter que en su deseo revolucionario destruye todo lo que le rodea incluso a él mismo que reniega de sus propias películas.
Personalmente opinamos que algunas de ellas vistas ahora no resultan tan interesantes como lo eran en su día.
La historia tiene lugar en un París en pleno mes de mayo del 68 en medio de la revolución interior con manifestaciones y debates por doquier con un Godard egocéntrico, dogmático y celoso, soberbio y sabelotodo, machista y posesivo, cargante, grosero y revolucionario que nunca procuró ser agradable.
El director francés Michel Hazanavicius arremete contra él con zaña lo que le provocó malas críticas en el Festival de cine de Cannes e incluso se llevó algunos insultos por lo que Godard supone para la historia del cine galo y la Nouvelle Vague.
Su obra no tiene nada que ver con su conducta personal, pero la cinta no posee la intención de provocar, sino de reírse de él porque a veces se comportaba de forma ridícula, pero también se humaniza en otros momentos, los menos.
La película, que pone el foco en el director francés, se centra en esos momentos de la vida personal y decepciona al aficionado al cine que pretende encontrar su obra, que no se toca en absoluto en ningún momento de la trama.
En su lugar cuenta esos dos años en los que Godard se convirtió al maoismo y el convencimiento de que el cine clásico había muerto para él, apostando por un cine político revolucionario, haciendo en su lugar el perfil de un personaje egocentrista, prepotente, engreído y estúpido, que insultaba constantemente a todo el mundo sin el más mínimo respeto por los demás.
El film tiene momentos muy de Godard en la forma de estar filmada, haciendo una versión zafia de su vida, en la que pinta una caricatura de la época en la que sus largometrajes tuvieron su importancia, en un relato plano, reiterativo y cansino sobre sus contradicciones, sin cualidades para hacer una comedia como para hacer reír, con indudable aversión al director y a su cine.
Michel Hazanavicus, que comenzó haciendo endebles cintas de acción como 'OSS 117: El Cairo, nido de espías' (2006) y 'OSS 117, perdido en Río' (2009), se reveló con la estupenda 'The Artist' (2012) con la que ganó cinco Oscar, tres Globos de oro y siete Bafta, se burla del mítico Godard con esta mediocre película.
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