|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Carlos Saura vuelve al extraño mundo creado en 'La madriguera' (1969), con la desventaja de ser más difícil esta vez, menos lúcido, mientras que en aquella podía ser más brillante.
Aquí el juego es más complicado. Es meterse en el alma de una persona y ver desde su interior el mundo que le rodea, observando desde su privilegiada postura de un ser enfermo al que el egoísmo de los demás trata de devolver al podrido mundo de donde salió, por eso cuando toma conciencia renuncia y prefiere quedarse en su jardín de las delicias.
Saura vuelve a hacer un periplo crítico de la sociedad española partiendo de un caso particular y generalizando en lo que era posible y le dejaba la censura.
Tal vez su defecto es el hermetismo y no ser claro para que así se comprenda más fácilmente lo que quería decir en lugar de intelectualizarla tanto quedando un poco fría la película.
Posee un buen equipo, comenzando por el productor Elías Querejeta, pasando por la fotografía de Luis Cuadrado y la música de Luis de Pablo, hasta la colaboración en el guion de Rafael Azcona.
Mención extraordinaria merece la labor interpretativa de un actor tan genial como demuestra ser José Luis López Vázquez, alma y vida del film en muchos aspectos.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS