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CRITICA
Por: PACO CASADO
En esta comedia dramática Isabelle es una pintora parisina, divorciada, que ronda los 50 años, madre de una niña de diez, que tras varias relaciones sin éxito, busca desesperadamente encontrar un nuevo amor, único motor de su existencia.
Pero el amor verdadero, que ya es un sinsentido, lo es el doble para una mujer madura a la vista de los amantes que maneja: un banquero, un actor de teatro, un ex-marido y un misterioso caballero que no desea romper su amistad.
Isabel, como cualquier mujer, necesita amor y también sexo de manera normal, pero los hombres con los que ha probado ambas
cosas parece no satisfacer plenamente sus deseos.
Pero no se trata de una sufrida heroína con el corazón destrozado porque los hombres casados con los que ha tenido relación no se hayan querido comprometer con ella al notar que aunque lo han deseado no funcionan.
Esto da lugar a tocar temas como la dependencia amorosa de la mujer, la inseguridad en el amor, el egoísmo y el machismo.
Con filosofía y humor, Isabelle deberá dejar atrás sus fantasmas tras tantas decepciones con el objetivo de hallar lo que anda buscando, alguien que le ilusione de verdad, pero lo que ve en los hombres no siempre coinciden con su deseo y se lleva muchas decepciones e insatisfacción.
Una luminosa Juliette Binoche, esplendorosa y vulnerable a la vez, sobre la que recae todo el peso de esta historia, por cuyo asombroso trabajo, que es toda una lección de interpretación, por la que estuvo nominada a los Premios del cine europeo y al César, incorpora, con belleza y talento, el personaje de Isabelle al que le da una vibrante intensidad en cualquiera de las situaciones que se le presentan, ya sean de alegría, de sufrimiento o si se trata de soñar despierta, los interpreta con la misma facilidad con la que nada un pez.
Ella protagoniza este nuevo film de la directora francesa Claire Denis, que navega bien, tanto en el drama como en la comedia absurda, en la que transmite ternura y dolor con sus deseos, con la que da un inusitado giro a la comedia, coherente con su cine, cuyo guion, co-escrito con la novelista Christine Angot, está inspirado en el libro Fragmentos de un discurso amoroso, un ensayo del filósofo y semiólogo galo Roland Barthes, sobre la naturaleza del amor y del deseo, publicado en 1977, con el que quiere la realizadora cambiar de estilo, profundizando en el tema del amor.
La veterana directora parisina ha sido capaz de darle al dramatismo de los desencuentros del texto literario un tono más ligero y casi de comedia divertida sin que por ello pierda el interés, pero así se hace más asequible para el espectador.
La cinta tiene una lograda fotografía con planos bien estudiados, la mayoría de ellos en interiores, de Agnès Godard, colaboradora habitual de Claire Denis, la directora de títulos tan diferentes como el de su debut 'Chocolat' (1988), 'Una mujer en África' (2009) o 'Los canallas' (2013), que pone su sensibilidad de mujer a la hora de dirigir este relato.
En este caso posee un extraordinario reparto que arropa a la protagonista con la veteranía de Josiane Balasko, Valeria Bruni Tedeschi y la colaboración especial de Gérard Depardieu en el cierre, en el papel de un vidente, un consultor sentimental, que aconseja a Isabelle sobre la situación amorosa y los hombres con los que ha tenido relaciones en el que se lleva en escena casi un cuarto de hora dándole vueltas a la cuestión mientras se deslizan en el último momento los títulos de crédito.
Premio SACD en la Quincena de realizadores del Festival de cine de Cannes. Premio de la Sociedad Internacional de cinéfilos al mejor film.
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