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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras inaugurar la Mostra de cine de Venecia y pasar por el Festival de Toronto llega a las carteleras 'Una vida a los grande' (2017) que narra la historia de Paul Safranek, un tipo corriente, que trabaja como ergoterapeuta en Omaha que, junto a su mujer Audrey, sueña con una vida mejor ya que no llega a final de mes.
En un momento en el que el mundo ha entrado en una crisis de superpoblación, un grupo de científicos consigue la solución mediante un milagro cuando descubren una fórmula radical que permitirá achicar a las personas a una altura de doce centímetros y medio o lo que es igual, un palmo aproximadamente, mediante la reducción celular, lo que supone un avance importante para la sostenibilidad del planeta ya que se generan menos residuos, se necesitan menos alimentos, las casas son más pequeñas de tamaño, se mejoraría el calentamiento global, se ahorraría en agua, gas, electricidad, gasolina, etc..
La reducción de tamaño es irreversible, no hay vuelta atrás.
La población no tarda en descubrir que el dinero da mucho más de sí en un mundo a escala reducida, y ante la promesa de un estilo de vida más lujoso del que nunca habían podido soñar, Paul y Audrey deciden correr el riesgo de someterse al controvertido tratamiento y embarcarse en una aventura que cambiará su vida ya que podría ser mucho mejor si encogiesen, de modo que se suman a ese proyecto científico que reducirá de tamaño a las personas.
Cuando la sociedad se percata de que sus ahorros en ese diminuto mundo son más valiosos el experimento comenzará a tener un gran éxito, algo que en esta comedia con tintes de ciencia ficción abre varios e importantes debates.
Muchos hombres y mujeres aceptan ser disminuidos de tamaño y así mejoran sus condiciones de vida y pueden tener grandes casas aunque ganen poco dinero.
Es una fábula moral que arranca siendo ingeniosa y divertida, con una primera hora muy imaginativa, pero después pierde interés y el último tercio se convierte en una especie de fantasía que hace pensar en cómo se actuaría en una situación así, si llevas la vida actual o puedes ser un mega rico aunque tengas poco dinero.
Se crea un mundo paralelo para la gente enana pero el ser humano sigue siendo el mismo, cometiendo los mismos errores, a pesar de ser en pequeño tamaño y aunque al principio es un mundo seguro en donde no hay delitos, porque todos están contentos con una mejor vida, sin embargo siempre hay mentes que piensan en aprovecharse de los demás traficando como si estuvieran en un mundo normal de gran tamaño y también se descubre que existe un barrio paralelo en el que igualmente hay la desigualdad social, la pobreza y cierto modo de esclavitud al tener que trabajar para los ricos.
Lo importante es que igualmente existe el contraste de personas buenas, generosas, que procuran acortar la diferencia entre esos dos mundos tratando de ayudar a los que no tienen.
El guion que en principio resulta interesante con esa idea que en cierto modo no es nueva, ya que en películas como 'El increible hombre menguante' (1957), de Jack Arnold o 'Cariño he encogido a los niños' (1989), de Joe Johnston se hacía lo de la reducción de tamaño, pero en aquellas eran comedias intrascendentes, en cambio ésta sí plantea algunos interrogantes, aunque también hay ciertos agujeros y va hacia una deriva en el último tercio tan errática, convencional y melodramática, que acaba por perder fuerza.
Alexander Payne es uno de los directores americanos que más entusiasmo han despertado en los últimos años con películas como, 'Citizen Ruth' (1996), 'Election' (1999), 'A propósito de Schmidt', 'Entre copas' (2004), 'Los descendientes' (2011) y últimamente 'Nebraska' (2013) todas ellas triunfadoras en diversos festivales internacionales y acaparadoras de nominaciones y galardones en los premios anuales, pero no cabe duda que en ésta que comentamos su nivel en este caso ha descendido bastante.
Los efectos especiales en algunos momentos son admirables, en otros terminamos por olvidarnos de ellos. El excesivo metraje hace que su ritmo sea premioso y llegue a cansar.
Tiene un reparto importante en el que destaca el protagonismo de Matt Damon, aunque no sea su mejor papel, y sobre todo el trabajo de la actriz tailandesa Hong Chau por el que ha sido nominada a los Globos de Oro.
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