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CRITICA
Por: PACO CASADO
Para su ópera prima Santiago Segura escribió, dirigió y protagonizó 'Torrente, el brazo tonto de la ley' (1998). Creó el personaje del policía más cutre del cine español a la par que fascista, corrupto, racista, obseso sexual y miserable.
Su sentido de la justicia y la forma de aplicar la ley pasa por engañar a todo el mundo y así se fugó con un buen puñado de billetes que ahora en la segunda parte se pule en Marbella antes de los títulos de crédito.
Arruinado monta un cutre despacho para seguir engañando a todos.
Si en la primera se hacía una parodia de las películas policíacas y de acción, aquí se trata de hacerlo con los films de James Bond, ya que esta vez ha contado con el doble de presupuesto y parte con un repulsivo personaje ya creado, que sabe que tiene éxito entre sus seguidores y que ahora más que idear situaciones graciosas cuenta chistes como el de las cinco muñecas que tienen las mujeres, siempre soeces y sórdidos, como el ayudante politoxicómano, Caco, que hace muy bien Gabino Diego.
El film se reduce a una serie de escenas deshilvanadas en las que inicia la comicidad pero no sabe rematarlas.
Esta vez se sale de la jungla urbana madrileña y se instala en la Jet Set marbellí y se permite el lujo de destrozar varios coches y algunos decorados.
Lo mejor las escenas de acción, que ha dirigido Juanma Bajo Ulloa.
En definitiva nada de cine, pero Segura ha hecho la cinta que su público quería ver.
La fórmula es "segura", en el doble sentido.
Nominada al Goya la canción de Joaquín Sabina. Premio Yoga a José Luis Moreno.
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