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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hubo una época en la que la productora Metro Goldwyn Mayer derrochaba lujo y esplendor en cada nueva película que producía. Reinaba entonces el star system y los grandes repartos adornaban las cabeceras de cartel para complacencia y adoración de los espectadores con los nombres de los actores más populares del momento.
Abundaban los primeros planos para el lucimiento de los rostros de los famosos en costosos decorados ante la quietud de la cámara.
Hoy entran en juego otros elementos y por eso la M.G.M. ya no tiene el reinado absoluto de la producción.
Al término de la tercera Cruzada, cuando el Rey Ricardo Corazón de León regresaba a Inglaterra, desaparece si dejar rastro.
Su amigo y principal valedor sir Wilfrido de Ivanhoe, recorre medio mundo buscando a su soberano, cuyo trono está siendo usurpado por el príncipe Juan, al que apoyan caballeros normandos, invasores y enemigos de varios estamentos de Inglaterra: el pueblo sajón.
Finalmente Ivanhoe encuentra a su rey en un castillo austriaco, prisionero del rey Leopoldo quien pide por su libertad un fabuloso rescate: ciento cincuenta mil marcos de plata.
Ivanhoe consigue recaudar con la ayuda del banquero judío Isaac de York la elevada suma.
'Ivanhoe' (1951) pertenece a esa etapa de la historia del cine.
Basada en la célebre novela de Sir Walter Scott, ambientada en la Inglaterra medieval del siglo XII, narra cómo en la época de Juan sin Tierra, Ivanhoe, un caballero de la nobleza sajona, consiguió el rescate de Ricardo Corazón de León, secuestrado a la vuelta de las Cruzadas de Tierra Santa, y liberó al pueblo de la tiranía.
Éste ha sido capturado en Austria y los secuestradores piden una gran cantidad de dinero para devolverlo.
Ivanhoe lucha por conseguir el dinero y así echar del trono a su malvado hermanastro Juan "Sin Tierra".
'Ivanhoe' (1951) es un estupendo clásico del cine de aventuras y se basa fielmente en la obra homónima de sir Walter Scott.
Esta leyenda está llevada a cabo con un guion férreo de Noel Langley que se permite pocas libertades, una música pegadiza de Miklós Rózsa y el cumplimiento por parte de la dirección de Richard Thorpe y de los actores.
La brillantez de la fotografía de Freddie Young y el technicolor no ocultan algunas deficiencias en las transparencias y los decorados.
Richard Thorpe, todo un especialista del género de aventuras gracias a títulos como 'El prisionero de Zenda' (1952) o 'Todos los hermanos eran valientes' (1953) saca adelante con brillantez este gran espectáculo cinematográfico.
En esta ocasión tampoco escatimó en estrellas consiguiendo a Elizabeth Taylor, Joan Fontaine y Robert Taylor, actor este último con el que volvería a coincidir en 'Los caballeros del Rey Arturo' (1953) y Las aventuras de Quintin Durward (1955), que forman parte con éste en una especie de trilogía medieval que fueron rodados en los mismos escenarios aprovechando incluso los decorados de Ivanhoe.
El resultado fue un gran éxito comercial ya que se situó en el segundo lugar en la taquilla americana de 1952.
Su guionista, Marguerite Roberts, no pudo disfrutar del éxito ya que fue eliminada de los títulos de créditos por no querer hablar con el Comité de actividades antiamericanas del senador McCarthy.
Tuvo tres nominaciones al Oscar: Película, fotografía y música, faceta esta última que también lo fue al Globo de oro.
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