|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Los productores cuando dan con un argumento que es un filón pronto tratan de hacer una continuación para seguir explotando la mina que produce dinero y así ocurre esta vez con una historia de dibujos animados.
La parodia que se hizo de Romeo y Julieta convertida en 'Gnomeo y Julieta' (2011) produjo una recaudación en todo el mundo de 193 millones de dólares, por lo que no era cosa de dejar escapar la ocasión de seguir aumentando la bolsa con ese vivero, por lo que transcurridos siete años, mucho han tardado, se nos ofrece otra nueva parodia, ahora sobre las novelas de Arthur Conan Doyle protagonizadas por Sherlock Holmes y su ayudante Watson y así se crea su homólogo Sherlock Gnones.
De nuevo se vuelve a utilizar a la pareja de Gnomeo y Julieta, con la que se hizo un homenaje a William Shakespeare, aquí unidos al nuevo personaje.
La historia está situada en pleno corazón de Londres a donde llegan Gnomeo y Julieta con sus familiares y amigos a una nueva casa pero su jardín ven que está algo descuidado y pretenden arreglarlo de cara a la primavera.
Cuando un día tras salir regresan, descubren que han desaparecido de manera misteriosa los gnomos.
Para resolver la cuestión la pareja decide pedir auxilio a un mítico detective británico, el excéntrico Sherlock Gnomes, que se presenta en compañía de su inseparable amigo el doctor Watson para investigar el nuevo caso, lo que dará lugar a descubrir de camino algunos lugares de la ciudad que desconocían.
Pronto se darán cuenta de que a pesar de ello la amenaza a los gnomos se ha extendido por toda la ciudad y se hará aún mayor.
Codirector de la interesante 'Kung Fu Panda' (2008) y vinculado a la saga 'Shrek', el director británico John Stevenson nos ofrece una nueva aventura de uno de los iconos de la literatura inglesa, Sherlock Gnomes, convertido en un detective con más fama que verdadera habilidades de deducción, en una película de animación donde los famosos Gnomeo y Julieta vuelven en esta nueva aventura para investigar la desaparición de los ornamentos del jardín.
Para ello piden ayuda de Sherlock Gnomes que resulta ser peor detective que su homólogo humano, por lo que la situación se agravará y tendrán que unir fuerzas para resolver este grave problema que ha surgido en su pequeño mundo.
El famoso detective sigue obsesionado con perseguir a su eterno archienemigo el profesor Moriarty a quien cree culpable de la desaparición de los gnomos.
El componente romántico de la anterior deja paso a la aventura y la acción en esta sencilla historia, planteada como un film de misterio al más puro estilo de la tradición victoriana de detectives, pero no da para mucho, ya que constantemente se repiten las situaciones, no abunda el humor, y la acción no avanza demasiado y no interesa, por lo que se puede hacer un poco monótona, a lo que contribuye que los personajes son algo aburridos y sobre todo no tiene la imaginación de la primera.
Por otra parte realizada con la técnica CGI de imágenes generadas por ordenador éstas tienen poca flexibilidad en la animación de gestos y movimientos de los personajes, nada comparable con los productos de Pixar.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE