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CRITICA
Por: PACO CASADO
Renee Barrett es una chica gordita y feucha que está acomplejada por su físico, que se enfrenta a diario a sus inseguridades y complejos y un día sufre un accidente en un gimnasio, se da un golpe en la cabeza y a partir de ese momento, la idea de sí misma cambia por completo y se cree que es una tía estupenda, capaz de vivir sin miedos, ni complejos, creyéndose una supermodelo.
Sus amigas de siempre, Vivian y Jane, que tienen casi los mismos complejos que ella, les siguen la corriente y eso hace que se lo crea, porque al parecer le da la confianza que necesitaba.
Debido a ello se planta con una gran seguridad frente a los demás a partir de ahora e incluso es valorada en una importante empresa de cosmética, para la que trabajaba en un sótano y para la que siempre soñó con ser la recepcionista en la central que tiene en la Quinta Avenida de Nueva York.
Renee despierta el interés de sus jefas y descubrirá que las mujeres perfectas igual tienen problemas que no solucionan con su belleza.
La cuestión será cuando salga de ese sueño y se dé cuenta de que nada ha cambiado, que en realidad sigue siendo la misma de antes.
Es una simpática comedia femenina, en la que se cuestiona la importancia del físico de las mujeres, que parte de la misma premisa que lo hacía 'Amor ciego' (2001), de los hermanos Farrelly, con una protagonista, esa sí realmente gorda, que no es el caso de ésta, y de que nadie creerá en ti si no lo haces tú antes.
La cinta aborda la importancia artificial que la sociedad da al físico y cómo la autoconfianza hace estar contenta consigo misma.
Lo importante es cómo se sienta una, ese es realmente el mensaje que lanza esta película, que en esta ocasión no tiene chistes escatológicos como viene siendo habitual últimamente en la comedia americana, en la que parece que los guionistas se han quedado sin ideas y no hacen más que repetir los mismos temas una y otra vez.
Michelle Williams hace un papel muy distinto a los dramáticos que venía interpretando hasta la fecha por los que estuvo nominada al Oscar en cuatro ocasiones.
El protagonismo se lo lleva en esta historia la neoyorquina Amy Schumer en el papel de Renee, actriz a la que ya habíamos visto recientemente en 'Deber cumplido' (2017).
Y en un rol secundario, en el personaje de la fundadora de la compañía de cosméticos, podemos ver a la veterana Lauren Hutton.
Son divertidas las casualidades que se suceden que hacen que ella se crea una belleza.
Siempre habrá un hombre que la quiera tal como es en realidad.
Todo ello suma en un film simpático, que podía haber sido mejor ya que está llevado a cabo con un ritmo lento impropio del que debe tener una comedia que se precie, con situaciones que la mayoría de las veces no tienen la gracia que se esperaba de ellas que apenas si logran provocar un par de sonrisas.
En los metros finales se pone sentimental y trata de sacar moraleja de la amistad para con sus amigas de siempre y cree en sí misma ya que lo importante no es la imagen exterior sino el interior de la persona como consecuencia de las situaciones ocurridas con anterioridad a lo largo de la trama de las que ha adquirido confianza luchando con las dificultades que se le han presentado y logrando triunfar, algo previsible desde el principio.
Los directores Abby Kohn y Marc Silverstein, guionistas de títulos como '¿Qué les pasa a los hombres?' (2009) dirigen esta comedia romántica sin frescura ni originalidad y en cuanto al guion se agota pronto y se vuelve repetitivo, con el que debutan en la dirección y eso se nota ya que no han sabido tomarle el pulso y coger el debido ritmo que tiene que tener una comedia que se precie.
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