|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Es admirable la valentía del cine americano para exponer los trapos sucios y aquí Oliver Stone nos contaba las dudas que seguían existiendo tras haber pasado 28 años en torno al asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy el 22 de noviembre de 1963 y posteriormente la de su presunto asesino Lee Harvey Oswald.
Jim Garrison, el fiscal del distrito de Nueva Orleans, se encarga de la investigación del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy en Dallas.
Garrison recela de la versión oficial presentada por el FBI y a medida que avanza en sus pesquisas está cada vez más seguro de que en el magnicidio hay muchas más cosas de las que se quiere hacer creer a la opinión pública norteamericana.
Es una de las películas más controvertidas de Oliver Stone, que rechaza la historia oficial del crimen del siglo, el asesinato de Kennedy, y desafía a continuar con la investigación, dejando caer como solución del enigma, la teoría de la conspiración.
La comisión investigadora y el informe Warren daban un solitario tirador, pero los datos no concuerdan con lo que posteriormente se supo, que hubo más de un proyectil y las trayectorias seguidas eran distintas, por lo que se propone en el film, basado en los libros Tras la pista de los asesinos, de Jim Garrison y Fuego cruzado, de Jim Marrs, que fueron más de uno los tiradores y que todo se debió a una conspiración política en la que se encontraban implicados la CIA, el FBI y hasta Lyndon B. Johnson. Se montó así la teoría de un golpe de estado a la vista del rumbo que tomaron los acontecimientos ante la decisión del presidente Kennedy de retirar las tropas de Vietnam y entablar un proceso de desarme.
El guion mezcla de forma admirable el material de que dispone, muchos de ellos documentos oficiales, en una excelente labor de montaje.
Interesante es también el manejo de un centenar de actores, muchos de ellos de primera fila, aunque sea en papeles episódicos.
Este thriller político, que guarda similitudes con Z, de Costa Gavras, tanto en el estilo como en el impacto producido, mezcla muchos formatos diferentes para ilustrar la compleja trama: el documental, la ralentización de imagen, saltos en el tiempo, la repetición de una misma acción desde diversos puntos de vista, la simulación de los hechos a partir de una reconstrucción dramática, fotografías, cámara al hombro, etc..
Oliver Stone consiguió por su labor el Globo de Oro y finalmente fueron galardonados con el Oscar la fotografía y el montaje. Bafta al montaje y el sonido. Tres premios Felix: Gary Oldman, Guion adaptado y montaje. Mejor cinta extranjera de la Academia del cine japonés. Nastro d'argento. Premio Empire a la película y Oliver Stone. Premio Júpiter al film y al director. Premio Mainichi a la mejor cinta.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS