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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es la séptima cinta que dirige José Luis de Borau, que tras su agitada película anterior, 'Río abajo' (1984), prefirió la intimidad de una comedia para su vuelta.
Es la historia de Elvira, una joven treintañera que se escapa del vonvento y desea volver al mundo, enfrentándose a una España desconocida para ella, distinta a la que había dejado antes de irse a monja, que había vivido junto a su padre, un general victorioso y su tata, a la que busca como tabla de salvación en su regreso, para que le resuelva los problemas, como cuando era niña y murió su madre.
Es como una vuelta a su infancia, a su reencuentro con Teo, el amigo vecino del piso de arriba, un enfrentamiento con el pasado de su padre, sus relaciones con su tata, a través de la investigación de un periodista que va a publicar un libro sobre la vida del general.
Es un primer encuentro con el amor, con el mundo complejo y desconocido que le ha tocado vivir.
Borau hizo un film lineal y sencillo, asequible a todos, pero complejo si se profundiza en los caracteres de sus personajes. Todo con un tono de comedia amable, con situaciones divertidas y con la sencillez de quien domina la economía al poner su relato en imágemes en una obra madura, llena de humor y melancolía sobre la convivencia hispánica.
Extraordinaria Imperio Argentina, que es el alma de la cinta, muy bien seguida por Carmen Maura y Alfredo Landa y buena fotografía del sevillano Teo Escamilla.
Ganó el Goya Miguel Rellán como mejor actor de reparto.
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