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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hacer una primera película no es nada fácil, pero en este caso al joven sevillano Miguel Angel Vivas le facilitó el haber ganado un concurso de guiones en el que además de la subvención económica incluía la producción del film.
Vivas no tenía la convicción de ganar y envió un guion con bastantes influencias de recientes thryllers famosos del cine americano sobre un asesino en serie que se dedica a matar a niñas pequeñas.
Una de ellas es la hija de un compañero de la policía y mientras va investigando el caso vamos conociendo algunos aspectos de su personalidad, su vida amorosa y profesional en la que tuvo un fracaso, como en su matrimonio, que hace agua.
No deja de ser curioso que la cinta tenga su parte más débil en el guion, a pesar de haber ganado el premio.
Muchas veces los guionistas se empeñan en complicar en exceso la vida de los protagonistas para hacerlos más interesantes de cara al público y en ocasiones consiguen lo contrario, confundiéndolo, dejando cabos sueltos o ataduras sólo aparentes que después fallan y se deshacen a la hora de un análisis más en profundidad, como ocurre en este caso que por hacer el final más sorprendente, menos se justifica.
Vivas ofrece una realización muy interesante, una creación de ambientes creíbles, decorados que tienen entidad, la lluviosa ciudad o el clima nocturno en que sucede buena parte de la trama.
Los actores cumplen con sus cometidos, en líneas generales, aunque a veces los personajes no sean demasiado sólidos.
Esperemos nuevas aportaciones de este joven director que promete, como lo demuestran sus buenas maneras en la puesta en escena.
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