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CRITICA
Por: PACO CASADO
La cineasta alemana, de origen iraní, Subadeh Mortezai, presenta en la sección oficial del Festival de cine europeo de Sevilla, 'Joy' (2018).
Una dura película sobre la emigración y la prostitución a que son obligadas y sometidas las mujeres de color cuando llegan al viejo continente traídas por las mafias a cambio de 60.000 euros que tendrán que ir devolviendo a base de mil euros al mes, que salen de su doloroso trabajo, hasta terminar de saldar la abultada deuda, siempre actuando de forma clandestina, porque no tienen papeles, ni pasaporte o permiso de residencia, que justifique su estancia en el país, en este caso Viena (Austria), donde la prostitución es legal, pero ello no evita que continúe el tráfico de personas, ya que las autoridades no se preocupan de refrenarlo.
Así le ocurre a Joy, que incluso tiene una hija de muy pocos años, que lleva bastante tiempo en el país y está a punto de saldar la deuda, para ser una mujer libre, y a Precious, una joven de apenas 17 años, recién llegada a Viena, venida de Nigeria, que se rebela contra un destino no elegido, ni deseado por ella, a la que no le importa trabajar de lo que sea menos en eso, a la que la explotadora madame, que se comporta como una hipócrita madre, ha puesto a su cargo.
Dada su inexperiencia Precious apenas gana para entregar la mensualidad y condonar la enorme deuda contraída, y la madame hace responsable a Joy, que tendrá que enseñarla si no quiere pagar también por ella.
En su país han dejado a sus familias y trabajan duramente para poder ayudarles mandándoles dinero, una historia que se repite casi cada día en las distintas naciones a los que llegan esas criaturas, esperanzadas dentro de la esclavitud a que son sometidas tan cruelmente, ya que son duramente castigadas cuando no cumplen.
Antes de partir se someten a un ritual sangriento en una especie de vudú, conocido como juju, que las atemoriza para que cumplan o le vendrán grandes males a ellas y a sus familiares.
La historia es fruto de una profunda investigación llevada a cabo sobre el tema por la directora, sacando en conclusión que casi todas desean otra clase de trabajo.
Sudabeh Mortezai debutó en la dirección de un largo con 'Macondo' (2014), sobre un niño huérfano de guerra, tras realizar dos documentales, y ahora nos ofrece el segundo título con 'Joy' (2018) sobre la emigración de chicas africanas a Europa, que realiza a buen ritmo, con una narrativa lineal bastante clara, correcta definición de caracteres mostrando a estas mujeres atrapadas, servida desde la emoción y la conmiseración que despiertan, en escenas llenas de verismo.
Anwulika Alphonsus hace un personaje muy creíble, con mucha sensibilidad en lo que respecta a la relación con su hija pequeña y también con la joven e inexperta Precious a la que le da constantes consejos, la ayuda y la orienta para que progrese y no se vea en apuros.
Interpretada esta última por Mariam Sanusi, va de menos a más, conforme el personaje va tomando experiencia.
El final es desesperanzador, un volver a comenzar de nuevo.
Fue el film más destacada del Festival de cine de Londres y también está siendo entre las que más han gustado del certamen sevillano al que deseamos suerte en el reparto de las estatuillas.
Premio especial del jurado en Chicago. Mejor film en Londres. Premio Hearst Film y Label Europa a Sudabeh Mortezai en Venecia. Mejor film austriaco en la Vienale.
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