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CRITICA
Por: PACO CASADO
Rob Reiner ha demostrado que igual sirve para el drama que para la comedia, género en el que consiguió un inesperado éxito con 'Cuando Harry encontró a Sally' (1989) y al que vuelve con 'Historia de lo nuestro' (1999) diez años después.
El matrimonio constituido por Ben, un escritor romántico, algo desordenado, pero divertido, y Katie, una diseñadora de crucigramas, que es mujer de carácter metódico, lleva quince años unido, pero al empezar a flaquear, deciden probar la separación aprovechando que sus dos hijos adolescentes pasan el verano en un campamento.
Lo que les enamoró, ahora supone un inconveniente, comenzando a aflorar problemas donde antes todo era una balsa de aceite, cuando dejan de ver las cosas con los ojos del otro.
El argumento de esta romántica historia se compone a base de las idas y venidas de ambos, de los recuerdos del pasado, de las peleas que llevan a cabo y de las relaciones con los amigos más cercanos que tratan de evitar que se produzca la ruptura.
El guion hace el retrato de la vida en pareja a través de conversaciones, consejos, sueños y experiencias del matrimonio, pero se complica demasiado la existencia con tantos saltos atrás para extraer los recuerdos y contrastar las diferencias que hacen previsible su separación, puesto que ya no se soportan y tienen que disimular ante los hijos.
El plato fuerte de este film es la pareja protagonista Bruce Willis y Michel Pfeiffer, que nos extraña que no se hubieran cruzado ya en alguna cinta anterior, bien apoyados por el propio Rob Reiner, que se reserva un papelito como el mejor amigo del matrimonio, y de Rita Wilson, como secundarios.
A Rob Reiner, que tiene sensibilidad y sentido del humor para la comedia, se le va un poco de las manos, de lo contrario hubiera resultado más redonda esta pieza sentimental cortada a la medida de la pareja protagonista.
Un producto bien manufacturado pero que tan sólo hace pasar un rato entretenido.
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