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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director y guionista francés Samuel Collardey vivió varios meses en Groenlandia para documentar su nueva pelicula, que es la cuarta de su filmografía, en la que cuenta la historia real de Anders Hvidegaard, un profesor recién licenciado, que se interpreta a sí mismo, que decide dejar su Dinamarca natal en busca de una experiencia laboral.
Del choque de costumbres surgen los dilemas que alimentan la trama, que es toda una lección de vida en medio de paisajes naturales sorprendentes.
Es un drama pero mezclado y realizado casi como un documental etnológico protagonizado por Anders, este chico danés que vivió allí durante un año en Tiniteqilaaq, un pequeño pueblo de Groenlandia, que todos llaman Tinit, donde conseguirá olvidar sus prejuicios de europeo y a daptarse a un estilo de vida diferente.
Está a caballo entre la ficción y la realidad, entre el drama y el documental, cuya frontera es muy ligera.
Anders no quiere seguir la tradición familiar de ser un campesino y se marcha a trabajar como profesor a una aldea de unos 80 habitantes en Groenlandia, deja a un lado sus ideas preconcebidas para vencer la soledad, el aislamiento e integrarse en una comunidad que de entrada lo rechaza.
Para ello deberá adaptarse a las costumbres locales y cuya labor es la de enseñarles el idioma danés a sus ignorantes criaturas.
El protagonista es quien ha vivido esa historia, que no es actor, y sus vecinos son los verdaderos habitantes del lugar. Es un esquema de pelicula ya visto en otras ocasiones, con el tipico forastero que tiene que adaptarse a un ambiente distinto, pero en este caso hay variantes con las producciones habituales de este género, ya que no está tratado en tono de comedia, no va allí a la fuerza, sino que lo elige él voluntariamente y no hay una historia de amor como suele ocurrir siempre.
Es un film que recuerda al documental 'Nanuk, el esquimal' (1922) de Robert Flaherty, que lo único que hace es mostrar la vida diaria de este gélido pueblo, y sus habitantes, los inuit, sin agua corriente y sin las comodidades a que estamos acostumbrados, y la mayor parte del año con temperaturas bajo cero.
En la versión doblada que hemos visto, y suponemos ocurre igual en la subtitulada, se supone que da la clase en danés, porque él no sabe el idioma local, y los niños se burlan como si no entendiera lo que le dicen y con las personas mayores le ayuda un joven local en su traducción, lo que es un contrasentido.
El maestro ha de enfrentarse a los rebeldes alumnos e incluso a sus padres que desean que sus hijos se dediquen antes a la caza y a la pesca, como es tradicional, que ir a la escuela.
Él intenta aprender el idioma, acostumbrarse a sus hábitos y costumbres, etc.
Es una cinta tan fria como el lugar en que se desarrolla la acción a la que le falta interés de cara al espectador, con bellos paisajes y auroras boreales.
Está basada en la historia real de este profesor al que le costará integrarse, al tener que enfrentarse a una cultura diferente y una manera distinta de afrontar la vida, contada en una forma amable en la que se nota que no son actores profesionales, donde la mayor parte del año es invierno, todo está helado, con temperaturas bajo cero, salvo en verano que dura algo más de un mes.
Su tema es el redescubrimiento de una sociedad que vive de forma muy diferente a nosotros y que debido a sus tradiciones son reaccios a aceptar a los que llegan de fuera, como es el caso de este hombre, lleno de buena voluntad por enseñar y aprender.
Ellos viven de alimentarse de la carne de foca y de la pesca, saben qué animal pueden matar, cosa que no ocurre en las sociedades civilizadas.
Es una aventura para Anders y para el espectador que disfruta con la vida contidiana de los inuis, los habitantes de la isla más grande del mundo y de la que que tres cuartas partes está cubierta de hielo donde no se sabe si es más dificil aprender danés o guisar una foca para comer.
Es uno de los dilemas que plantea esta película que además apunta los problemas de sus moradores como el desempleo, la falta de cultura, la violencia física o el alcoholismo, que vamos conociendo de la mano del profesor en ese pueblo en el que salir de paseo inmplica coger un trineo con perros o mirar el paisaje y las auroras boreales.
Es un canto a la naturaleza en un film muy ecologista.
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