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CRITICA
Por: PACO CASADO
Los primeros libros de esta serie de novelas sobre la magia, que lleva ya vendidos 325 millones de ejemplares, devolvió el gusto por la lectura a la juventud ávida de este género literario y despertó también el interés cinematográfico de sus episodios que si bien llamaron la atención en un principio por la novedad que suponía, con la ayuda de los efectos especiales, se ha mantenido y alcanza ya el quinto capítulo, se rueda el sexto y a punto está de salir el séptimo libro que concluirá la prometida serie.
Conforme los personajes se han ido haciendo más adultos las historias van siendo más oscuras con algunos episodios realmente tenebrosos casi de películas de terror.
En esta ocasión se inicia con una especie de prólogo en el que Harry se enfrenta a sus pesadillas y también a un juicio que está a punto de expulsarle de la escuela de magia, a la que acaba de regresar, y al que no creen su enfrentamiento con Lord Voldemort, al tiempo que descubre la Orden del Fénix, creada por Albus Dumbledore, para luchar contra las fuerzas del mal.
La nueva directora impuesta por el Ministro de Magia, Cornelius Fudge, para que controle la escuela, Dolores Umbridge, profesora de Defensa de las artes oscuras, tiene sojuzgados a los alumnos con sus estrictas normas, en lo que algunos han querido ver un reflejo de la actualidad política británica.
Esto hará que Harry y sus amigos se rebelen y constituyan el ejército de Dumbledor y les enseñará a defenderse con sus conjuros en la gran batalla que se les avecina a mantener contra Lord Voldemort, el asesino de sus padres, que ha reunido a las fuerzas del mal, para combatirlo.
Como en los anteriores films aquí también hay novedades con respecto al equipo técnico en el que ha cambiado el director por el británico David Yates que hará también el siguiente Harry Potter y el misterio del príncipe e igualmente en el guion la fotografía y la música, así como las incorporaciones artísticas de Imelda Staunton que adquiere gran protagonismo como la nueva directora o Helena Bonham Carter en un papel episódico.
Y en el aspecto temático la introducción de la sexualidad de Harry con el primer beso a su compañera Cho Chang.
No hay aquí alusiones al racismo, ni otras cuestiones críticas de las anteriores, ni partido de quidditch, yendo más a la acción, la lucha del bien contra el mal, las pesadillas de Harry y su lado oscuro, mostrándose más violento y sombrío en algunos momentos al adentrarse en el mundo más complejo de los adultos y encontrarse con las dificultades que esto le representa.
El guion lo encontramos más difuso y laberíntico tal vez es que haya sido más complicado resumir el libro más largo de todos, de casi 900 páginas, teniendo que suprimir algunos pasajes o el cambio de guionista de Michael Goldenberg por el habitual Steve Kloves, siendo la cinta más corta de todas, la más oscura hasta ahora y en la que el humor brilla por su ausencia.
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