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CRITICA
Por: PACO CASADO
Bigas Luna es un director catalán de corta filmografía aún cuando hizo Angustia (1986), con vocación de hacer cine en Norteamérica (ya había hecho allí 'Renacer' (1981)), que gustaba de experimentar en cada nuevo largometraje.
Esta es la sexta de su filmografía, rodada con un alto presupuesto de 200 millones de pesetas, con reparto Norteamericano encabezado por Zelda Rubinstein, la actriz que hacía de la médium de 'Poltergeist' (1982).
La relación entre Alicia y su hijo Juan es de total dominio.
En una de las habituales misiones que Juan cumple por orden de su madre, se dirige a un cine.
Allí, dos estudiantes, Linda y Patricia, se encuentran en una extraña situación, debido a los aspectos hipnótico de la película.
Cuenta un film dentro de otro y confunde la ficción con la realidad.
Prueba una pretendida teoría de cine subliminal con espirales y otros trucos para crear una psicosis de hipnotismo que no existe o al menos no logra lo apetecido, sino tan sólo un juego en el que se provoca la confusión, con efectos gratuitos y muchas escenas sangrientas que lo único que provocan es repugnancia en el espectador.
Técnicamente está bien hecha, con un buen trabajo de la protagonista Zelda Rubinstein y de Talia Paul, con una buena ambientación y manejo del espacio fílmico.
Mención especial a la fotografía en el Festival de Avoriaz. Raven de oro en el Festival de Bruselas. Goya a los mejores efectos especiales. Mejor film en los premios de la Generalidad de Cataluña. Premio Sant Jordi a la mejor cinta española.
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