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CRITICA
Por: PACO CASADO
'La quietud' (2018) es la nueva película del director de El clan (2015), Pablo Trapero, el premiado y reconocido cineasta argentino, que fue presentada en la Mostra de cine de Venecia tras lo cual pasó por la Seminci de Valladolid.
Dos hermanas, Eugenia y Mia, se reencuentran, después de mucho tiempo separadas, en la finca familiar de los Montemayor denominada La quietud, situada cerca de Buenos Aires, con la madre, donde se enfrentan a los traumas marcados por la pasada dictadura argentina.
A lo largo de la trama vamos descubriendo la realidad de estas dos hermanas, tan diferentes entre si, pero tan parecidas físicamente, Eugenia ha regresado de París, donde lleva viviendo mucho tiempo, Mía convive mal con su tiránica madre, que no la quiere desde que nació, tratando de sobrevivir a esta mujer omnipresente, que impone su dominadora voluntad aunque no lleve la razón, sujetas al matriarcado.
Eugenia regresa debido al delicado estado de salud de Augusto, su padre, mientras que Mia sigue viviendo como si nada hubiera cambiado, a pesar de que adora a su progenitor como si fuera el hombre de su vida.
Junto a la madre, las tres se verán obligadas a reconstruir el pasado y a enfrentarse a los duros desafíos que aparecen en el presente.
Cuando un día el padre, en compañía de Mia, va a ver al abogado para arreglar unos papeles, estando en el despacho le da un ataque al corazón y entra en coma.
Él es el patriarca de esa finca que se llama La quietud y su hija mayor, Eugenia, que vive en Francia, regresa a casa para encontrarse con Mia, su hermana, a la que adora, y a Esmeralda, su madre, a la que le anuncia que está embarazada, aprovechando el haber acudido a su lado debido a la enfermedad del padre.
Esto provocará una serie de acontecimientos que harán que los secretos familiares del pasado salgan a la luz.
Es un drama centrado en las dos mujeres, en la estrecha relación que mantienen las dos hermanas, a pesar de la distancia que les ha separado tanto tiempo y en la tensa enemistad entre Mia, la hermana pequeña y la madre.
Tiene una gran interpretación de las tres actrices, entre ellas Martina Gusman, que es la mujer del director, Pablo Trapero, Bérénice Bejo, la protagonista de The Artist (2011), que a pesar de su nombre es argentina, aunque no había hecho cine en su país hasta ahora, ya que todos sus trabajos los había realizado en Francia.
Y la tercera es la veterana Graciela Borges en el papel de Esmeralda, la madre.
Las dos hermanas se parecen mucho físicamente, aunque las actrices no lo sean en la realidad, algo que resulta realmente curioso, todo un acierto del casting, o tal vez sea casualidad.
Se inicia con un plano secuencia en el que la recién llegada recorre la enorme casa que refleja que la familia es rica y su regreso provoca que rememoren hechos del pasado y que se abran las viejas heridas de nuevo.
Habla también de amores furtivos y se intuye que todo puede estallar en cualquier momento.
En la primera hora se conoce a los personajes, en un discurrir algo lento en la que prácticamente casi no pasa nada, entretenida en el amor que se tienen las dos hermanas, contentas de estar juntas de nuevo, mientras que en la segunda se forma ya todo el drama que constituye el meollo argumental de esta historia en la que se acumula todo el suspense en algunos momentos y el drama que se cierne sobre los personajes, principalmente la madre, que es de la que más llegamos a conocer de su dramático pasado y de las consecuencias que éste finalmente ocasiona.
Trata sin tapujos la sexualidad femenina entre las dos hermanas en la intimidad y habla del amor incondicional entre ellas, y entre los dos hombres que se cruzan en sus caminos, pero también sobre la herencia de la dictadura argentina, un punto muy importante, aunque cuesta un poco entrar en ello.
El universo femenino está tocado en profundidad, tal vez sea con un toque distinto al resto de sus films, que marca la diferencia de este nuevo trabajo de Pablo Trapero que emparenta con su anterior cinta, El Clan (2015), en la que ya tocaba la relación de unos hijos con un padre y la realidad de éstos con la dictadura argentina.
La violencia de esta historia viene dada por esa conexión con el traumático pasado.
La relación entre las protagonistas mueven su interés por esta historia que agita las conciencias, que están las tres realmente magníficas.
En la banda sonora se incluye una estupenda y original versión de People, cantada por Aretha Franklin.
Premio del jurado en el FEST para Graciela Borges.
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