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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras su premiere internacional en el Festival de cine de Berlín, llega a las carteleras españolas, 'El despertar de las hormigas' (2019), la ópera prima de Antonella Sudasassi, y después se pasó en la Sección oficial del Festival de cine en español de Málaga.
En un pueblo de Costa Rica vive Isabel, una costurera de 28 años, que atiende todo el día a la casa, a sus dos hijas Valery y Nicole y a Alcides, su esposo, como buena madre para ellas y querida esposa para su marido, ya que eso es lo que ella aprendió de sus mayores y lo que pretende enseñarle a sus niñas.
La familia política la presiona para que tenga otro hijo, un varón, pero ella no lo desea lo que le lleva a enfrentarse consigo misma y con su familia.
Hasta aquí, siempre ha hecho lo que los demás querían y ahora debe decidir si luchar por lo que ella desea, despertando como las hormigas del título.
La costumbre, su larga melena, los insectos que invaden la casa en el cálido verano, fomentan la imaginación de Isabel que debe determinar su futuro.
La película tiene un guion sencillo, en el que casi no pasa nada más que el quehacer cotidiano de una familia en el día a día.
Isabel cuida de sus hijas y del hogar, las lleva y recoge del colegio y en sus ratos libres cose para las vecinas y amigas y así contribuye al mantenimiento del hogar mientras secretamente, sueña con tener algún día un local propio donde establecer su taller de costura.
Por su parte su marido desea adquirir una casa mayor, con más habitaciones, pero apenas si tienen dinero para comprar una simple bombilla.
Tiene dos hijas, Valery, la mayor y Nicole la pequeña, que tienen el pelo largo como ella y quisieran tener un hermanito, pero Isabel no desea tener más hijos.
El film reflexiona sobre las pequeñas cosas de cada día en las que tal vez está la felicidad de la familia, aunque nos parezcan monótonas y aburridas.
Es lo que tiene ser madre y tener un vivienda y también algún pequeño asueto, un respiro, de vez en cuando, algo de libertad y de diversión, como ir un día a la playa.
Por otra parte trata sobre lo que es el amor maternal y reeducar en el cariño a nuestros hijos, esta es la verdadera revolución de Isabel y de camino decidir quién quiere ser.
Reflexiona sobre la sexualidad en una etapa determinada de la vida y sobre la feminidad.
A lo largo de la historia hay una serie de constantes que se repiten en el acontecer de la trama, las hormigas, las moscas, las polillas, la obsesión por la caída del pelo, la costura...
De paso crítica los comportamientos de una sociedad que sigue conservando unos valores equivocados transmitidos de generación en generación.
Se refleja muy bien ese vivir cotidiano a través de un guion que nos da la impresión que más que estar escrito improvisa cada escena en cuanto al diálogo dando una idea sobre la que actuar, por la frescura con la que surgen los diálogos y las relaciones entre las niñas e Isabel, y a veces con el padre.
Tanto Daniella Valenciano en el papel de Isabel, la madre, como las dos chiquitas, Isabella Moscoso como Valery y Avril Alpízar como Valery, están espléndidas, dando la impresión de ser hermanas auténticas, hasta se parecen un poco.
Todo ello es mérito de una dirección muy estudiada por parte de la joven directora costarricense Antonella Sudasassi, a pesar de ser su ópera prima con la que obtiene un resultado bastante interesante con un cine hecho de miradas, gesto y silencios.
Mejor película en el Festival de Costa Rica. Premio Ibero American Competition a Antonella Sudasassi en el Festival de Seattle. Kikito de oro, Kikito de la crítica y premio especial del jurado al mejor film latino, en el Festival Gramado.
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