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CRITICA
Por: PACO CASADO
Nicole es una actriz que trabaja en la compañía teatral de Charlie Barber, su marido, un director que tiene un gran éxito en la ciudad de Nueva York, donde viven.
Ambos se llevan muy bien y adoran a Henry, el hijo de ocho años que tienen en común como fruto de su matrimonio que refleja una historia de familia ideal.
Pero llega un momento en que esas relaciones se enfrían, debido a verdades ocultas, rozamientos o mentiras, y su matrimonio se rompe, ambos quieren separarse, pero sin divorciarse, desean quedar como amigos, sin abogados de por medio.
No obstante ella se marcha con Henry a Los Angeles, donde vive su madre y su hermana y allí tiene ocasión de cumplir un contrato muy bien pagado para hacer el piloto de una serie de televisión.
Aunque todavía se quieren y se respetan, a ella le recomiendan hable con Nora, una abogada famosa, a pesar de que no desea ser agresiva, seguir siendo amigos y a pesar de ello pide el divorcio, lo que le obliga a él a buscar también un abogado y en el proceso de las negociaciones les llevará al límite en sus actitudes personales, lo que abre heridas que estaban latentes e incluso obligándoles a recurrir a los tribunales, al no ponerse los abogados de acuerdo, por la custodia de Henry.
El director y guionista Noah Baumbach, que fue nominado al Oscar por Una historia de Brooklyn (2005) en la que trataba del divorcio de sus padres, hace aquí una mirada incisiva y compasiva sobre este matrimonio en el momento en que se separan tras haber sido una familia que se mantenía muy unida.
Baumbach se inspira ahora en su propio divorcio de la actriz Jennifer Jason Leigh con la que estuvo casado cinco años.
Ello le sirve para hacer un retrato de las relaciones humanas a través de la familia que a pesar de que el matrimonio se rompe deciden seguir unidos.
El divorcio siempre es un pasaje traumático en la vida de una pareja, ya que los abogados tratan de enfrentarlos, de sacar tajada y a veces hasta de hacerles daño a la hora de dividir propiedades, dinero y de repartir el tiempo de custodia de los hijos que, por los general, son las víctimas que suelen pagar las consecuencias traumáticas de la separación de sus padres y los que siempre en algún momento le falta uno de los dos.
Esta realista historia busca el afecto a pesar de la ruptura y cuenta que el vínculo entre marido y mujer se extiende más allá de la separación física del matrimonio.
En esta dramática relación hay también escenas de comedia, de alegría, de música, de cariño hacia Henry y un espíritu muy vitalista, a pesar de las argucias judiciales de los abogados por enfrentarlos para que no sigan juntos ya que en el fondo ellos no lo desean.
El guion del propio director, que comienza con la voz en off de cada uno de la pareja describiendo el carácter, las cualidades y lo que piensa del otro, distribuye muy bien los distintos momentos de las diversas etapas de esta separación, con diálogos bien elegidos, aunque a veces por la abundancia de ellos y por el tema escénico de fondo se nos antojan un tanto teatrales, algo que influye incluso en el movimiento de los actores dentro del encuadre.
Scarlett Johansson y Adam Driver forman la pareja protagonista y ambos obtienen un estupendo trabajo, posiblemente de los mejores que han tenido a lo largo de sus respectivas carreras, respaldados por un buen reparto de secundarios como Laura Dern, Alan Alda o Ray Liotta.
Una película entre la comedia, el drama y el romance, bien dirigida con una fotografía y música notable, en la que en ningún momento se toma partido por ninguno de los dos.
Nominada a 6 Globos de oro. Mejor actor Adam Driver y Laura Dern de los Críticos de Atlanta. Premio Robert Altman al reparto de Indepent Spirit. Premio Hollywood a la música y Laura Dern. Premio de los Críticos de Nueva York a Laura Dern. Premio del público en el Festival de San Diego. Premio a Adam Driver y Scarlett Johansson en el Festival de Santa Barbara.
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