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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película trata sobre el tenor italiano Luciano Pavarotti, uno de los cantantes contemporáneos más famoso de las últimas décadas.
El director dos veces ganador del Oscar, a mejor film y dirección por Una mente maravillosa (2001), Ron Howard, un artesano todo terreno, presenta en la gran pantalla la voz, el hombre y la leyenda: Luciano Pavarotti, nacido en Módena el 12 de octubre de 1935, y fallecido el 6 de septiembre de 2007, a los 72 años, hijo de Fernando, que era panadero y Adele Venturi, una cigarrera.
De pequeño cantaba en el coro de la iglesia con su padre que tenía una buena voz. Quiso ser portero de fútbol pero se hizo maestro y ejerció durante dos años.
Interesado por la música, tras estudiar un tiempo, debutó en 1961 con La Bohème. Se casó Adua Veroni, a primera vista, con la que tuvo tres hijas y tras divorciarse tuvo un segundo matrimonio con Nicoletta Mantovani, 34 años menor que él, lo que no calló nada bien y perjudicó a su figura. Con ella tuvo gemelos, Alice y Ricardo, este último murió poco después de nacer.
Con La hija del regimiento comenzó a hacerse famoso. Con sus personajes vivía una vida paralela y se convirtió en uno de los cantantes contemporáneos más célebre de las últimas décadas.
Este documental celebra la vida del aclamado genio de la música, en el que se recogen sus mejores actuaciones así como imágenes inéditas de la vida más íntima y familiar del notable cantante de ópera.
Creada a partir de una combinación de personalísimas actuaciones de Pavarotti y el acceso a imágenes inéditas, la cinta proporciona un íntimo retrato de uno de los más queridos cantantes de ópera de todos los tiempos, siendo considerado como el Caruso de su época.
Uno de los mayores éxitos de su carera lo constituye la formación de lo que se llamó Los tres tenores, un trío compuesto por él en compañía de Plácido Domingo y José Carrera.
Los tres eran muy aficionados al fútbol y tras debutar con un concierto en la clausura del mundial de Italia de 1990 iniciaron una gira por Roma, Módena, que fue uno de los mejores recitales, y siguieron por el resto del mundo.
Tras conocer al cantante Bono, le pidió que le hiciera una canción y le compuso Miss Sarajevo, y comenzó a auxiliar a los niños de Bosnia víctimas de la guerra, y no tuvo inconveniente en actuar cantando con figuras del Rock como U2, Stevie Wonder o Sting entre otros.
Pavarotti murió finalmente de cáncer de páncreas, habiendo vendido más de cien millones de discos y dejando en marcha la Fundación Pavarotti.
A lo largo del extenso metraje se pueden ver declaraciones propias sobre su vida, así como de sus hijas, su esposa, sus representantes y cuantas personas se incluyen en la ficha técnica, entre otras varias.
Todo ello está arropado con los mejores instantes de su carrera en cuanto a interpretaciones en los más famosos escenarios con los más conocidos fragmentos de ópera por él cantados como con los tres tenores en los mejores teatros de todo el mundo.
Era un hombre cordial, amable, generoso, optimista, alegre, con gran sentido del humor, siempre con una sonrisa en los labios y afable con todos, preocupado por los niños por los que hizo numerosos conciertos benéficos especialmente por los perjudicados por las guerras.
Cinematográficamente no tiene un mayor interés, con una realización de oficio, algo fría, siempre a favor de su figura, en el que se nos ofrece disfrutar de su música y conocer más íntimamente a esta importante figura del bel canto.
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