, . |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
De entrada siempre somos partidarios de que nos cuenten historias que se salgan de las corrientes habituales que están de moda e inundan las producciones actuales, con argumentos muy trillados y generalmente abundando en los mismos temas, realizados con idénticos esquemas, que aburren al personal que acude a verlas.
En esta ocasión se nos narra la historia de Araminta Ross, más conocida como Minty, una joven esclava analfabeta que como toda su familia, padres y hermanos, han sido comprados y trabajan en la hacienda de la familia Brodess, en el condado de Dochester, Maryland, cuyo patrón, Edward Brodess, es un hombre duro de corazón y de actitud en sus gestos.
Minty se crió desde muy pequeña en compañía de Gideon, el varón de la familia, que era pocos años mayor que ella, y a la que le tomó cariño, lo que impidió que su padre no la hubiera vendido ya, pero se ha convertido en un ser vengativo.
Aprovechando la muerte de su amo, el patriarca de la familia, Minty logra huir de la finca y atravesar más de ciento cincuenta kilómetros andando hasta la frontera de Pensilvania, y desde allí viaja a Filadelfia y llega a la Sociedad Antiesclavista de Pensilvania, donde es bien acogida, le encuentran un trabajo digno en una casa acomodada, como mujer libre, y se cambia de nombre adoptando el de Harriet, por su madre, y el apellido de su marido, Taubman.
A partir de ese momento se convierte en una luchadora por la libertad de los afroamericanos esclavizados en los Estados Unidos, comenzando por intentarlo con los miembros de su familia y con su esposo, un hombre libre, que tras su huida la da por muerta, ya que para evitar ser capturada se tira desde un puente al río donde creen que se ha ahogado, y éste contrae nuevo matrimonio con otra mujer que está a punto de dar a luz a su primer hijo.
El guion, con una narrativa sencilla, está basado en la emocionante historia de esta mujer, profundamente religiosa, consciente de su misión para con Dios, que era la lucha contra la esclavitud, que se convirtió en un icono de la libertad de los esclavos, considerada por ello como una de las grande heroínas de los Estados Unidos que a pesar de su esfuerzo, su coraje y tesón en conseguir su objetivo, sigue siendo tan desconocida en general y gracias a esta película podemos saber su historia y que actuó como soldado en la Guerra de Secesión americana que cambió el curso de la historia, y que liberó a más de un centenar de esclavos, siendo conocida con el sombrenombre de Moisés.
Harriet Tubman murió el 9 de marzo de 1913 a los 93 años.
Una de sus virtudes es que está contado cronológicamente, lo que facilita grandemente su seguimiento de manera más fácil para el espectador.
Tuvo que luchar contra la Ley de esclavos fugitivos promulgada en 1850, en la que se permitía cazarlos (como si fueran animales) en cualquiera de los Estados de la Unión.
El film recorre desde sus días como esclava en Maryland a su huida en 1849 tras la muerte de su amo y su regreso para comenzar su lucha abolicionista y por los derechos fundamentales de las personas, sea del color que sea su piel, y de las mujeres en defensa del voto femenino.
Al frente de esta cinta está la veterana Kasi Lemmmons, actriz de más de una treintena de títulos y como directora esta es la quinta que realiza, tras debutar con Eve's Bayou (1997), a la que siguió Muerte de un ángel (2001), entre otras y ésta, que está dirigida con bastante acierto, aunque un poco lenta en algunos momentos, y a la que le sobra algo de metraje, como a casi todas actualmente.
Nominada al Oscar y al Globo de oro Cythia Erivo y la canción Stand Up. Premio Hollywood a la canción y a Cynthia Erivo. Premio del público en el Festival Mill Valley. Premio a Cynthia Erivo en los Festivales de Palm Springs y Santa Barbara. Premio de la sociedad de compositores y letristas a la canción.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS