, . |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Realizada para la televisión canadiense, pero exhibida en algunos países en salas comerciales, 'El violín rojo' (1998), cuya acción se desarrolla en nuestros días en Montreal y nos muestra el recorrido por cuatro siglos y tres continentes a través de la historia de un violín que pasa de mano en mano.
Posee un original argumento con saltos en el espacio en torno a este instrumento perfecto, hecho en un taller de Cremona en 1681, por el artesano italiano Nicolo Bussotti, conocido como el violín rojo, porque lo barnizó con la sangre de su esposa fallecida.
La pieza guarda cierta magia y algunos secretos de las personas por cuyas manos va pasando, y sirve, a manera de excusa, para mostrarnos varias culturas, países y formas de entender la vida y el arte, para acabar finalmente en una subasta en busca de un nuevo propietario.
Durante la subasta volvemos a la fabricación del violín en Italia en el siglo XVIII, ya que pasa por varios propietarios un violinista de extraordinario talento de Oxford en el siglo XIX, por un alto cargo del Partido Comunista del gobierno de China durante la Revolución Cultural, un músico enamorado o un perito y regresamos a Montreal donde un coleccionista trata de establecer la identidad y los secretos que éste encierra.
François Girard, del que conocemos en España su Sinfonía en soledad (1993), nos ofrece este curioso melodrama con una historia de amor, no demasiado creíble, y de los distintos episodios, que conforman algunos aspectos de las ciudades por donde va pasando en diversas épocas, desde Viena a Oxford hasta Shanghai en la etapa de la revolución maoísta, para terminar en la sala Duval de Montreal, en el presente, donde se subasta la valiosa pieza, lugar al que se vuelve constantemente para seguir la puja.
Su estructura dramática es original, de forma laberíntica que intercala pasado y presente con varias historias que nos permiten contemplar las variadas existencia de los sucesivos dueños del instrumento y hacer un viaje por sus distintas culturas.
El problema es que se entretiene demasiado en algunos episodios, que, por otra parte, resultan bastante blandos y superficiales mientras sus personajes no superan el simple esquematismo ya que de lo contrario se alargaría mucho un metraje que de por sí es demasiado extenso para lo que se nos quiere contar.
Resulta así un producto tan bien intencionado como modesto en sus resultados, tal vez porque a su director le ha faltado oficio.
Forman parte de este engranaje actores de talla porque este es el tipo de película que de vez en cuando buscan las estrellas de Hollywood para dar un toque de prestigio a sus carreras.
Oscar a la mejor banda sonora original. Ocho premios Genie. Nueve premios Jutra. Premio Golden Reel de los editores norteamericanos. Premio a mejor contribución artística en el Festival de Tokyo.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE