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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine mexicano, que curiosamente no ha acudido este año al Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, atraviesa un buen momento ya que tiene colocado a tres directores en la órbita internacional: Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.
Un nuevo valor parece surgir, el mexicano Alejandro Gómez Monteverde (29 años), aunque afincado en Estados Unidos, como los anteriores, donde ha realizado su ópera prima, 'Bella' (2006).
Es la historia de José, un futbolista que a punto de fichar el contrato millonario de su vida, un accidente trunca su existencia y tras salir de la cárcel, entra a trabajar como chef en el restaurante que su hermano Manny tiene en la ciudad de Nueva York.
Allí conoce a Nina, una hermosa y guapa camarera mexicana, luchando por sobrevivir, que descubre algo sobre sí misma para lo que no está preparada a la que su hermano expulsa y de la que está enamorado, yendo tras ella, lo que le cambiará la vida, con la que establecerá una relación muy especial.
En un momento irreversible, sus vida se ponen patas arriba, hasta que un gesto de amabilidad los une a ambos, convirtiendo un día normal en una experiencia inolvidable.
El guion, escrito por Patrick Million en colaboración con el director, que está lleno de hondura y humanidad, incluye temas como los inmigrantes sin papeles, el abuso de los trabajadores en esas circunstancias, el aborto, la precariedad laboral, el valor de la amistad, el amor a la vida y al prójimo.
Los dos protagonistas unen sus vidas en circunstancias extremas, él por el pasado, ella por el presente, sin trabajo y embarazada sin padre conocido.
Todos estos ingredientes son carne para un puchero que fácilmente se puede convertir en un culebrón de telenovela de sobremesa, pero está realizado con un buen pulso, sin sobrepasar los límites del sentimentalismo y abogando siempre por el valor de la vida, la defensa de la unidad familiar y el amor.
Cine independiente, tierno, sencillo y bienintencionado, sin caer en el adoctrinamiento, discretamente realizado, con una fotografía muy colorista, con una bella estética virtuosista pero sin alardes, aunque a veces roce la postal.
Muy bien considerada por algunos compañeros de la crítica.
Bien interpretado por la pareja protagonista.
Premio del público en el Festival de cine latino de Toronto. El premio Alma. Premio corazón de cristal y el gran premio en el Festival de Heartland. Premio Faith and Freedom y dos premios al actor Eduardo Verástegui.
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